#30 - La mirada sistémica en la atención perinatal
En el episodio 30 nos acompaña Manuela Silva González para hablar sobre su valioso trabajo junto a matronas, cómo las acompaña en su labor desde la visión sistémica, y qué transformaciones trae su enfoque en el acompañamiento desde la preconcepción hasta la crianza.
Manuela es psicóloga, terapeuta y formadora especializada en Psicología y Pedagogía Sistémica, y creadora de la Maternidad Sistémica. Ha desarrollado un camino profesional comprometido con el acompañamiento terapéutico individual, de pareja y familiar. Su propuesta integra las Constelaciones Familiares y la mirada sistémica en procesos clave como la concepción, gestación, parto, puerperio y crianza.
Como siempre, puedes escuchar (y ver) el episodio en Spotify, Apple Podcast o Youtube.
Temas clave del episodio
- Qué es la maternidad sistémica y cómo se manifiesta en el embarazo, parto y posparto.
- La influencia del sistema familiar (y del sistema de la matrona) en el parto.
- Cómo distinguir entre acompañar desde la entrega o desde una herida personal.
- Herramientas prácticas para acompañar sin transgredir vínculos ni cargar con lo que no toca.
Enlaces
- Maternidad sistémica: https://manuelasilvagonzalez.com/maternidad-sistemica/
Transcripción del episodio
Judith Janssen (00:19)
el episodio número 30 ya, después de muchas entrevistas y conversaciones muy
charla hoy vamos a terminar la primera temporada.
Hoy nos acompaña Manuela Silva González, ella es psicóloga, terapeuta y formadora especializada en psicología y pedagogía Manuela ha desarrollado un camino profesional comprometido con el acompañamiento terapéutico individual de pareja y familiar y su propuesta integra las constelaciones
en procesos como la concepción, gestación, parto, puerperio
crianza.
su valioso trabajo junto a profesionales como las matronas y cómo las acompaña en su labor desde la visión
este enfoque en el acompañamiento nuestro.
Alejandra Oliden (01:06)
Manuela, bienvenida al podcast de Aguas Claras. Estamos muy contentas de poder charlar hoy de este tema tan interesante contigo.
Manuela Silva González (01:14)
Hola, ¿qué tal? Muchísimas gracias a vosotras por este espacio y por permitirme colaborar en él junto con vosotras. Un placer, gracias.
Alejandra Oliden (01:23)
Cuéntanos cómo nació tu interés por el mundo perinatal y qué te llevó a desarrollar el enfoque de la maternidad sistémica. ¿Qué es la maternidad sistémica?
Manuela Silva González (01:32)
La maternidad sistémica es una aplicativa pionera dentro del ámbito de la psicología sistémica, donde nos enfocamos concretamente en todo el hecho reproductivo, donde también, además, observamos a todos los agentes, todos los elementos que intervienen en el proceso del hecho reproductivo en las familias como un evento
¿Qué me llevó a esto? Me llevó a esto observar en mi trabajo como acompañante
desde el ámbito del bienestar de la terapia, podía ver cómo constantemente nos retortrayamos en muchas de las situaciones al contexto pre-y perinatal de la persona, el vínculo con su mamá, las primeras figuras de referencia en su crianza, donde se establecen esos vínculos primales. Esto por una parte, y cómo la afectación o la experiencia vivida durante esta etapa tenía una influencia clara, un patrón habitual determinado
en el desarrollo como adulto y la forma de intra e interrelacionarse con el desarrollo vital. Y luego, paralelamente a esto y no complementa, mi propia experiencia personal me llevó también a poner enfoque y mirada porque en mis propias carnes observé cómo necesitaba muchas veces comprender, entender y poder resolver asuntos que estaban bloqueando mi propio bienestar.
Con estos dos enfoques o con estas dos vertientes, a no largo de los años he ido trabajando, haciendo una investigación profunda y aplicándolo desde el formato terapéutico, pero también desde el formato pedagógico para poner como herramienta a los profesionales que acompaño.
Alejandra Oliden (03:06)
¿Porqué crees que es una mirada tan importante para quienes trabajan en el ámbito perinatal?
Manuela Silva González (03:12)
no que es el ámbito perinatal, más allá de ser un proceso fisiológico obvio y evidente, en gran medida es un proceso que es psicológico, emocional, familiar y también es espiritual. Entonces, atender o acompañar el proceso reproductivo, la maternidad en las mujeres, la familiaridad en el contexto global de los miembros de un sistema familiar
solamente centrándose en la parte fisiológica que es, sin duda, la más evidente e importantísima, pero hay muchas otras vertientes que integran el proceso y que requieren ser atendidas también. Por ejemplo, te diría que el 70 % de la comunicación es no verbal. compararíamos con no fisiológico es la parte verbal que se da en el acompañamiento.
Y hay mucha otra información, mucha otra vivencia para esa familia, para esa mujer-madre que está sucediéndose a la vez y que requiere también ser vista, atendida y acompañada. Entonces, por eso es muy importante ver qué convoca la maternidad sistémica, qué convoca el hecho reproductivo, la maternidad de la mujer, más allá de no es fisiológico.
Judith Janssen (04:25)
Me surjan muchas preguntas ya, pero hablando un poco de no que tú dices, toda la información que una mujer trae, o una familia trae a este proceso que es el embarazo, parto, la maternidad, hablas en la maternidad sistémica, a menudo de lealtades familiares, inconscientes, ¿podrías explicarnos un poco más sobre
y cómo se manifiestan?
Manuela Silva González (04:48)
Sí, verás, desde la maternidad sistémica enfocamos ya desde el momento de la preconcepción, después concepción gestación, parto, nacimiento, posparto y primera fase de la crianza. Si bien es cierto, como trabajamos directamente con personas adultas, evidentemente todo el desarrollo de la preadolescencia en adelante a la adultez también no incluimos. ¿Por qué es importante o...?
ponemos el enfoque, como dices, en esas lealtades, en esas fidelidades familiares. Todos nosotros, todas nosotras, pertenecemos a un grupo de contexto original que es nuestro primer sistema de pertenencia, que es el familiar. A partir de ahí, vamos desarrollándonos y nos vamos involucrando en otros sistemas familiares que vienen después. Por ejemplo, en la escuela, por ejemplo, en no social, o en el trabajo, en la...
familia política, cuando hay pareja, etcétera, etcétera. Cuando vamos involucrándonos en estos sistemas de pertenencia, nos adherimos a un consciente colectivo para el cual todos los elementos que pertenecen están al servicio del mismo. Entonces, la forma de pertenecer, un concepto de pertenencia, tiene que ver con esa lealtad, esa fidelidad, ese yo estoy al servicio
de que este sistema de pertenencia evolucione y dé continuidad a ese ciclo de vida. Desde aquí, muchas veces, ahí hablaríamos de desórdenes en las relaciones, pero muchas veces no que sucede es que los descendientes, las nuevas generaciones de estos grupos de pertenencia, nos involucramos en situaciones de forma inconsciente que ya han sucedido en generaciones anteriores y no hacemos por
por esa fidelidad, yo pertenezco, yo hago un servicio a este sistema y muchas veces, como digo, de forma inconsciente ese servicio se presta a través de asumir la dificultad ajena y esto también pasa en el contexto reproductivo.
Judith Janssen (06:52)
¿Y cómo afecta realmente cuando, por ejemplo, ya estamos hablando de un proceso concreto, de un parto, por ejemplo, o el vínculo con el bebé? ¿Cómo puede esa lealtad o esa fidelidad inconsciente, cómo puede afectar a este proceso donde estamos nosotros también acompañando?
Manuela Silva González (07:10)
Sí, pues verás, hay situaciones en nuestras vidas en las que podemos ver muy claramente cómo seguimos ciertas pautas repetitivas de comportamiento, por ejemplo, imagínate, en tu familia, todas las personas de tu familia siempre se han esforzado muchísimo para trabajar, para ganar el dinero, etcétera, etcétera. Entonces, de manera inconsciente, tú misma estás en ese patrón.
Porque es una conducta integrada desde base, entonces tú la vas a ir repitiendo y tú no te das cuenta, pero luego, pues quizás sí tienes buena ancha económica y tal, pero a base de un esfuerzo muy prolongado y muy intenso que quizás ya no compensa a ciertos momentos. Así mismo pasa en el hecho reproductivo. En maternidad sistémica, gran parte del trabajo que hacemos tiene que ver con enfocar dónde están esas lealtades,
cómo se somatizan, cómo se sintomatizan y cómo se manifiestan en la vida de la mujer a la que estamos acompañando. Por ejemplo, una mujer es muy probable que esté estrechamente ligado su forma de parir, su forma de experimentar el parto en relación a cómo ha parido su abuela, su bisabuela o entraría la tatarabuela si estamos hablando de situaciones graves de dificultad importante.
Entonces, por ejemplo, cuando una mujer está pariendo, cuando una mujer está en torno al parto, si la abuela o la bisabuela han tenido dificultades graves, emergencias, si han tenido hemorragias, si ha
eso está estrechamente ligado a cómo esta mujer está viviendo, no sólo desde el aspecto emocional y psicológico, sino también desde no fisiológico, tiene un impacto claro en la fisiología de todo el proceso.
Entonces, a veces, desde los profesionales que acompañan este hecho, se atiende la parte fisiológica y no se observa que hay un contenido más allá de esa estrechez de la fisiología, puramente, que nos está permitiendo, la mayoría de las veces, avanzar, avanzar la atención, preveer qué tipo de situaciones de dificultad se pueden dar para poder ser atendidas y mejor acompañadas.
Si podemos preverlo, podemos estar más y mejor preparadas.
Judith Janssen (09:28)
Lo que me surge es que has mencionado la abuela, la bisabuela, etc. y no has mencionado la madre. ¿Eso es consciente? Bueno, esa mi primera pregunta. Y la es cómo combina eso, porque hablas de fisiología y ¿cuánto hay de cada uno?
Manuela Silva González (09:43)
La primera pregunta: no, ha sido consciente. Una mujer no pare en relación a cómo ha parido su mamá. Se salta una generación. Es una cuestión epigenética de la transmisión o la interpretación. Es un aspecto muy, muy teórico de la genética. Prefiero no entrar ahí. Sí, es consciente. la segunda pregunta que me has hecho...
no hay unos porcentajes claros de cuánto es fisiológico, cuánto es psicoemocional. En realidad, si entendemos el bienestar y la salud de la persona como parte de un todo, estamos somatizando en no físico muchísimas veces pautas y situaciones psicoemocionales y sistémicas que nos están perjudicando o haciendo asumir dificultades inherentes a la cotidianidad.
Desde ahí es que influyen todo no demás. Yo te diría que la parte sistémica está de base y la parte psicológica, emocional y fisiológica va a posterior.
Alejandra Oliden (10:44)
Si estamos en el contexto de un parto-nacimiento y el sistema de la madre está teniendo una influencia, el sistema de esa familia, del padre, ¿el sistema de la matrona también está influenciando, está ejerciendo algún tipo de influencia?
Manuela Silva González (11:02)
Esto va a depender desde qué lugar acompaña la profesional que está efectuando ese servicio. Es decir, una de las cosas importantísimas que trabajamos en la formación de maternidad sistémica es desde dónde yo profesional acompaño el contexto familiar que estoy acompañando. No acompaña una matrona, una familia, un caso concreto porque sí, no es random. Hay una sincronía
de efectos que se ponen al unísono y siempre llega la mejor matrona en cada caso, en el caso de las matronas, por ejemplo, siempre acompañada, profesional, más idónea para esas circunstancias. Entonces, ¿cómo influye? Pues muy claramente, si la profesional que está o tiene desarrollados, enfocados aspectos de su vida,
que han podido delimitar sus comprensiones, su desarrollo vital, sus dificultades con los vínculos, con las relaciones, etc., esta profesional va a poder acompañar de una manera mucho más integral, mucho más enfocada. Esta profesional puede ver a esa familia. Pero cuando la profesional no ha hecho su propio trabajo de entrenamiento a este principio, psicológico, emocional y sistémico, es muy probable...
que esta profesional proyecte sus propias condiciones internas en la familia que acompaña, haciendo de ello una neurosis, una retraumatización de experiencias mutuamente. Por ejemplo, imagínate que hay una profesional que está acompañando y tiene una herida en el vínculo con su mamá. Entonces, esta profesional es muy probable que a la hora de prestar su servicio...
vaya a tener ciertas pautas concretas, como por ejemplo, intenta maternar a la mujer que acompaña, de alguna manera intenta agasajar en exceso su propio servicio, que de facto ya es valuoso, se desmesura en las horas de entrega, en las llamadas, en los mensajes. La atención no está contenida, hay una absoluta dispersión de espacio, tiempo y energía, porque esta...
profesional no que de manera inconsciente está generando es un servicio a través del través de su Entonces yo que tengo un vínculo interrumpido o afectado con mi mamá y que siento que no soy suficiente, que siento que no puedo confiar, que siento que todo cuesta mucho, de repente con mi usuaria todo esto se relaja,
Alejandra Oliden (13:18)
Uh-huh.
Manuela Silva González (13:34)
porque yo me entrego desmesuradamente, "materno" a mi usuaria y entonces mi usuaria me agradece todo ello, me mira con buenos ojos, me hace sentir que soy buena. Y entonces aquí se genera una relación de dependencia en la que probablemente la usuaria no vaya a acabar el proceso de acompañamiento satisfecha porque en realidad esto tiene que ver con un no atenderla como adulta.
La está infantilizando en cierta manera, es una relación simbiótica, si te das cuenta. Y a la vez la profesional vive dependiendo de que constantemente haya una usuaria de la que pueda agasajar, pueda tomar ese estado de plenitud, estado de bienestar de soy buena y soy suficiente y alguien me mira.
Cuando se dan este tipo de acompañamientos, en realidad este tipo de acompañamiento no suma. No suma porque genera dependencias, no suma porque engancha, no suma porque muy inefectivo que una profesional que acompaña en un servicio tan trascendental en las familias no haga desde esta a asumir esta carga, porque entonces ella no no disfruta. Y generalmente este tipo de acompañamientos suelen ser vocacionales.
Judith Janssen (14:47)
No,
Manuela Silva González (14:51)
Qué tristeza profunda que tu vocación, este servicio al que amas desempeñar y que se te da por x motivo, especialmente bien, te sobrecarga hasta niveles en el que al final tú misma te abandonas como profesional o abandonas tus circunstancias vitales, tu familia, etcétera, etcétera. ¿Cómo influye directamente en el sistema familiar? Porque vamos a transgredir las dinámicas familiares de ese contexto que acompañamos a través de nuestra proyección.
Entonces no vamos a poder ofrecerles a los usuarios no que están realmente necesitando para la constitución de su sistema de familia, sino aquello que tiene que ver con no que yo no he sido capaz de resolver en mi misma primera.
Y ahora te pongo un ejemplo más.
Imagínate que esta mujer usuaria tiene una mamá que es un poco invasiva, que tiene una forma de apego muy cercano, etcétera, etcétera, y que quiere estar muy presente en todo el proceso acompañando a su hija. Entonces, muchas veces las mujeres entran en ese estado de confianza con la matrona, con la acompañante
y desde ahí expresan sus inquietudes, sus dificultades, sus anhelos, etcétera, etcétera. Se da un contexto de intimidad que conoceréis, muy profundo. Entonces, si yo que estoy acompañando esta situación, este contexto, no he resuelto mi problema con mamá, ¿cómo crees que yo voy a acompañar a esta usuaria cuando me expresa que, aunque quiere tener presente a su propia mamá, no sabe cómo hacer para...
poner ciertas pautas o ciertos límites. No va a ser aséptico mi acompañamiento, va a ser influenciado y determinado por aquello en no que yo sigo todavía enfadada con mi mamá. Solo que no va a recoger mi usuaria por el acompañamiento condicionado que estoy haciendo.
Alejandra Oliden (16:38)
Sí, muy interesante porque además hay mucho burnout en esta profesión, ¿no? Muchas matronas quemadas con historias de intensidad, ¿no? ¿Cómo puede una matrona distinguir si está acompañando desde un lugar profesional limpio o si está reaccionando desde su propia historia?
Manuela Silva González (16:58)
Mira, hay una metodología muy buena, muy concreta y muy clara y es, si cuando tú llegas a tu casa no te apetece hacer tu vida, no te apetece compartir, escuchar a los tuyos, no te apetece a ti expresarte, si tú sientes que en tu contexto personal ya vas sobrecargada y agotada, tú te estás desmesurando en tu entrega como profesional. Por tanto, esto significa que yo no estoy acompañando como profesional, sino que estoy duplicando
de manera inconsciente un rol más maternal que profesional. Esto sería una clara visión. Y luego también la profesional se puede hacer la pregunta y es una de las preguntas que yo, con las que trabajamos en la formación, siempre hay que preguntarse, ¿esto que voy a decir, esto que voy a ofrecer o esto que estoy proponiendo a la familia, a la mujer usuaria, en realidad le suma o le resta?
Si nos hacemos esta pregunta, veremos que muchas veces consideramos que es necesario ofrecer o brindar cierto apoyo o ciertas acciones o ciertas palabras, pero que probablemente no tienen que ver con permitir que esa persona pueda crecer a través de mi acompañamiento.
Te pongo un ejemplo. Imagínate que estamos con una criatura de cinco añitos. Y esta criatura quiere hacer un dibujo. Supongamos que quiere hacer una muñequita. Pero claro, consideramos que con esta edad hacer una muñequita con ciertos detalles pues al igual no va a acabar de poderlo hacer bien y entonces se va a frustrar. Entonces, si yo...
no estoy trabajando desde un lugar aséptico en mi acompañamiento, voy a intentar evitarle la dificultad a mi usuaria, a esta criatura que quiera hacer esta muñequita. Y entonces mi intervención es desde, bueno, no te preocupes, ya todo va a pasar. ¿Qué te parece si en vez de hacer una muñequita hacemos una pelota que es redonda, que es más fácil, y así evitamos la dificultad,
la crisis o el conflicto propio que nos permite crecer y tomar decisiones. Jamás le diríamos a esa criatura de cinco años, no hagas una muñequita que no te va a salir bien o ya te la hago ¿Verdad? Porque de ahí en adelante tendríamos una criatura que tiene un trauma, que tiene una herida y que una baja autoestima porque alguien de referencia no le ha considerado suficiente o capaz.
Esta criatura no volverá a intentar hacer una muñeca o tantas otras cosas "muñecas", ¿no? Sin embargo, no que hacemos en la infancia generalmente es, ok, yo me quedo aquí, yo te apoyo, estoy contigo, estoy presente y tú inténtalo. Y quizás hoy sale de una manera y de aquí a un tiempo sale de otra. Este concepto que en este ejemplo no vemos muy muy claro en el acompañamiento muchas veces falta.
Y falta por la neutralidad de la profesional que acompaña. Porque muchas veces, sin darnos cuenta, se infantiliza la usuaria evitándole conflictos, crisis, momentos de insight que la van a ayudar a crecer en su proceso de maternidad.
Por ejemplo, obviar ciertos roles de la familia, obviar ciertos vínculos de las familias, muchas veces, y además ahora estamos en un contexto social y cultural que tiende mucho a evitar reconocer que las cosas pasan. Sin ir más lejos, la maternidad. Estamos constantemente queriendo hacer ver, en general, que la maternidad no se ha pasado en el cuerpo, que la maternidad no se pasado en el orden del hogar,
que la maternidad no nos ha pasado como profesionales, como intentar evitar esto. Y la realidad es que podemos lograr mucho más cuando somos capaces de reconocer no que hay, tal la vida como es, y crecer con ella.
Judith Janssen (20:39)
Dejar el espacio, acompañar para que esto se dé, que realmente que haya espacio para que esta persona pueda vivir no que tenga que vivir de alguna manera, sin que tú estás interferiendo en este proceso, no sé
Manuela Silva González (20:53)
Fíjate, ¿en realidad sirve de algo que yo de espacio, que yo permita como profesional para que esa mujer no viva o no?
No es
Judith Janssen (21:00)
ni el permiso, claro, claro.
Manuela Silva González (21:02)
necesario sin duda. De hecho, esta mujer no va a vivir. Lo permita yo o no como profesional, porque si no es en este momento, no va a vivir tras el posparto inmediato, durante la crianza. Aquí en realidad, para la profesional, se trata de que la profesional pueda preguntarse, si con su acompañar está permitiendo
la evolución y el crecimiento de los miembros de esta familia o no.
Porque cuando nuestra ayuda como profesionales, en el ámbito que sea cada quien, si nuestra ayuda como profesionales mengua, entonces no es un acompañar, es una relación parasitaria para ambas partes.
Judith Janssen (21:41)
Si tenemos que revisar si estamos sumando o restando, que me parece muy interesante porque es algo que aplico mucho en mi vida también con las relaciones, mis relaciones personales, creo que es muy importante revisar a menudo no que está pasando ahí.
Y me gustaría a no mejor escuchar algún ejemplo más tuyo de no que has visto acompañando a comadronas cuando se han dado cuenta que estaban, por ejemplo, restando dentro de un acompañamiento.
Manuela Silva González (22:01)
Sí.
Perfecto. Te pongo un ejemplo clarísimo y que desafortunadamente, bueno, no sé si es muy habitual. Deseo que no, sin embargo, me he encontrado muchos casos. Una profesional en concreto, abordamos el tema pedagógico, me compartía que cuando acompañaba ciertos contextos familiares del nacimiento, tenía una pauta muy concreta
a la hora de intervenir con los diferentes miembros de la En concreto con la pareja de la mujer parturienta, el padre de la criatura. Y esta profesional me compartía que yo a los hombres los mando a la cocina para que no molesten. Esto es muy interesante. Muy interesante y ciertamente es triste porque en realidad.
Algo que es importante tener en cuenta es que más allá de la historia propia como acompañantes de las diferentes disciplinas o contextos, no que estamos acompañando es una familia que tiene sus propias dinámicas, tiene sus propias necesidades y que más allá de cuál sea nuestra propia vida personal no debiera influenciar de la manera en la que, como digo, les reste o como digo...
el hecho del nacimiento no suponga realmente un efecto sagrado para esos vínculos, que al final es parte de no que es. Los padres, en el caso de que son parejas heterosexuales, los padres del nacimiento están con la madre, están sosteniendo a la madre. Si se las reconoce, si se les respeta y si se les reconoce e invita a tomar su lugar, ellos no toman directo,
sin saber muy bien cómo y de qué manera, pero les van haciendo de manera puramente mamífera, ¿no? Y entre los dos de la pareja. Entonces, bueno, pues, esta profesional en su momento, a través de la formación y tal, pudo ver el contexto de no que suponía hacer una acción de este tipo, ¿no? Y, a verdad, no se han vuelto a producir. Pero sí que es bastante habitual en este ámbito que, por condicionado de la profesional que acompaña,
se permite una fluidez mayor o menor en el contexto relacional de la pareja que pare.
Y esto es muy interesante abordarlo y te agradezco que me pidas un ejemplo más de esto porque cuando una pareja puede experimentar de manera unificada, conjunta, apoyándose un momento de crisis vital tan importante como es un parto, es una pareja que fortalece esos vínculos. Y es una pareja que mientras crían van a hacer equipo. Y esto es muy importante para él,
super importante para ella e imprescindible para la criatura.
Judith Janssen (24:42)
es parte del proceso de afianzar la relación, no que tú dices.
Manuela Silva González (24:42)
¿Me entienden?
Claro.
Judith Janssen (24:47)
¿Qué herramientas les das para poder evaluar ese sistema familiar,
este propio sistema, no todo, esa influencia.
Manuela Silva González (24:54)
Sí, verás, en Maternidad Sistémica, que es la hermana mayor de Matrona y Doula Sistémica, anteriormente trabajamos con los dos perfiles por separado y en los últimos tiempos en Maternidad Sistémica hemos amplificado todo el caudal de contenido y también de recursos y además la experiencia de compartir con los diferentes perfiles profesionales que acompañan el hecho reproductivo.
Principalmente empezamos básicamente por la comprensión de qué es un sistema familiar. Esto es muy importante. Imagínate en el caso de las matronas, especialistas en el efecto reproductivo y la salud sexual de las mujeres y, sin embargo, qué estamos acompañando más allá de la fisiología, sino un sistema de familia. Entonces, no primero que tenemos que saber es qué es un sistema familiar, qué normas le rigen y cuál es su proceso de funcionamiento.
Si no conocemos esto, es como si estuviéramos criando a un perrito. Imagínate, ¿no? Tenemos una mascota sabemos que cada día necesita comer, pero no conocemos cuál es su necesidad a otros niveles. Entonces, sus hábitos, sus maneras, sus etapas de vida, sus posibles enfermedades recurrentes. Entonces, tenemos que enfocar el elemento que les unifica que es:
somos un sistema familiar. La criatura llega a un sistema familiar o a veces se despide en un sistema familiar. Entonces, no primero es visión, conocer qué es un sistema y cómo funciona un sistema, qué normas les rigen. ¿Cuáles son las tres bases principales que sustentan todo sistema familiar? ¿Da igual qué tipo de familia, qué contexto social, cultural, político es igual haya en esa familia?
A partir de ahí vamos comprendiendo cuáles son las dinámicas disfuncionales y las dinámicas funcionales y observamos cuáles de ellas se dan debido a qué situación de contexto de origen. Una vez tenemos una visión amplia de cómo estamos funcionando y qué es no que estamos acompañando, entonces aquí tenemos recursos a nivel psicológico, nivel emocional, nivel energético, también algunos a nivel espiritual, trabajamos mucho con la presencia.
Trabajamos mucho con la comunicación oral, con la comunicación no verbal. Trabajamos mucho con la mirada. Por ejemplo, hay una herramienta que yo creo que es una de las que más les impacta a las alumnas cuando la experimentan y es como poder abordar el acompañamiento con la mujer sin necesidad de tocarla, sin necesidad de hablarle y permitirla devolverla al momento presente,
cuando la mujer conecta con una situación emocional del pasado que le afecta y de alguna manera la Luego trabajamos con genograma, trabajamos con un cuestionario sistémico especializado que yo misma no cree para la formación de maternidad y las acompañantes. Una batería de recursos y herramientas muy, muy, muy importante. De hecho,
no que hacemos es que cuando acaban la formación, yo siempre les digo, los apuntes los vas a tener siempre para consultarlos, pero en el momento en el que tú estás con una mujer, con una familia usuaria y necesitas
tus recursos tienen que ir integrados ya en ti, en esa maleta interna, para ponerlos a disposición en el momento en que los requieres. No puedes decir, un momento, que me van a mirar los apuntes del tema 10. Entonces, todo el diseño de la formación está hecho para que la profesional, cuando termina, no tiene absolutamente todo integrado.
Alejandra Oliden (28:14)
Entiendo entonces
un recorrido personal para formarse que evidentemente es experiencial para poder ti mismo.
Manuela Silva González (28:24)
abordamos
las dos perspectivas, es decir, la formación de maternidad sistémica en concreto es una formación que encuadra no personal, es decir, hay un proceso inevitable a nivel personal, terapéutico, y luego encuadra la parte que tiene que ver con el entrenamiento profesional, que es la parte más pedagógica. Abordamos la parte que tiene que ver a nivel de vivencial y práctico, pero también la parte conceptual teórica, es decir, vamos mano a mano.
Mente y corazón tienen que estar unificados en este entrenamiento porque si no hay algo que se nos escapa. Inevitablemente, esto es importante tenerlo en cuenta. Lo que yo personalmente no he podido ver de mí misma, no he podido detectar, identificar, darme cuenta, es imposible que yo no vea en no profesional porque estoy influenciada por esa mirada interna.
Alejandra Oliden (29:15)
ser que estemos observando cosas que están sucediendo o que vienen junto con la historia personal de la familia o de la mujer que estamos acompañando y a no mejor esa mujer no quiere entrar ahí. No podemos entrar con la presión de que sabemos más.
Manuela Silva González (29:33)
Fíjate, en realidad la presión se ejerce cuando uno no conoce no que acompaña. Cuando sí conocemos no que acompañamos y el contexto que tenemos, dónde está la dificultad y dónde está el anhelo o la necesidad para el proceso de acompañamiento, ahí es donde realmente nos posicionamos en un lugar de absoluto respeto. Pero a veces entendemos el respeto desde un concepto moral que no es el respeto que entendemos desde el ámbito sistémico,
donde el respeto me lleva a no hacer nada que a ti te reste. Tampoco forzar ni entrar en algún lugar donde tú no estás disponible. Pero cuando trabajamos desde el respeto, desde la moralidad, tú puedes llevar a cabo acciones que en realidad tú consideras que es de justicia o que es moral,
es de principios llevarlo a cabo y en realidad no es no que esta mujer probablemente más necesita. Te pongo un ejemplo. Con el ejemplo que os hacía antes, en una situación donde la profesional no está comprendiendo qué contexto psicoemocional y sistémico está acompañando, es probable que si ella tiene una herida con su propio papá o con su pareja, que a veces va de la mano,
en no personal es posible que la interacción que haga al acompañar a esta familia tenga que ver con excluir, apartar, enjuiciar, señalar a este hombre, a este padre. Pero en realidad, probablemente esto no no que más le suma a ninguna de las partes, tampoco a ella. Entonces, quizás esta mujer se queja, reclama, lucha, se enfada, pero esto, aunque sea no que habitualmente ella más suele expresar,
si es importante recogerlo, reconocerle su sentir, su emoción y sin embargo también es muy interesante invitarla a que ella pueda tomar autorresponsalidad de no que se está dando ahí. Porque muchas veces las usuarias expresan aquello que en realidad no es no que anhelan. Digamos que hay una parte más racional que expresa y habla y narra
generalmente una historia narrada que ya la tenemos muy argumentada por tiempo, sin embargo, la necesidad real de esa usuaria está en otro lugar. Entonces, cuando tú contienes en ti la mirada a la disciplina sistémica, en todos aquellos lugares donde acompañas, está incorporado de facto tu herramienta, así como cualquier otro conocimiento que puedas tener. Cuando la familia te elige, te elige con todo no que tú llevas en ti. No es casual,
y siempre vamos a respetar, por supuesto, pero tú no puedes respetar si no estás en tu propio orden sistémico en tu familia de origen. Si yo asumo cuestiones de mi mamá en el sistema familiar y estoy en una dinámica como hija que se ocupa y preocupa de las dificultades que tiene mi propia mamá asumiéndolas conmigo,
es muy difícil que yo pueda respetar a ninguna otra mujer, usuaria en sus propias circunstancias. De manera inconsciente voy a intentar hacerlas mías, asumirlas o resolverlas. Y esto no es el respeto, el centro vacío que conocemos, esa impecabilidad que trabajamos en la maternidad sistémica.
Judith Janssen (32:54)
¿Y dónde está el límite porque claro hay un ámbito de psicología muy grande detrás de todo
hasta dónde entramos nosotras y no podemos llegar de alguna manera.
Manuela Silva González (33:09)
esta pregunta es muy interesante porque nos ayuda a abordar algo que sin duda yo creo que vamos tarde como sociedad, y como sistema sanitario. Aunque si bien es cierto, yo confío mucho en la vida y confío en que se ha avanzado muchísimo en muchos aspectos. Sin embargo...
es muy interesante no que propones porque con ello podemos abordar hasta qué punto, qué profundidad y qué vínculos establece entre los profesionales que acompañan el hecho reproductivo y las familias. En las formaciones, en los grados, en el caso de la psicología o la especialización como matrona,
no hay un trabajo detallado de relaciones, de cómo acompañar, qué lugar, de herramientas para la profesional que acompaña, en la interrelación con los usuarios, en esa parte humana que se despierta todo el rato en el acompañar de cualquier aspecto de la salud y del bienestar, si bien es cierto, en la maternidad es algo mucho más claro, y evidente.
Hay una parte humana que, bueno, a día de hoy está un poco dependiendo de la experiencia personal de la profesional que acompaña, de su bagaje, de sus intereses en torno al mejorar el acompañamiento que generalmente vienen costeados por un capital personal, ¿verdad? Esos efectos de mejora que hace la profesional en sí misma, pero a nivel institucional no hay una oferta para poder...
humanizar realmente el acompañamiento entre humanos. De la matrona, por ejemplo, en este caso, no no hay. Y generalmente, las profesionales buscan sus propios recursos, asumiendo costes en no personal, ahí ya va a depender de dónde se enfoque, qué tipo de herramientas o disciplinas aborda la profesional le va a dar más capacidad para acompañar o menos.
Judith Janssen (35:03)
Y aparte de las herramientas que van adquiriendo las profesionales, ¿puede haber situaciones en donde se necesita algo más?
Manuela Silva González (35:12)
Una vez que trabajamos en maternidad sistémica con la profesional, vemos claro hasta dónde puede abordar y acompañar la profesional y hasta dónde es importante delegar. Yo creo que uno de los ejercicios más importantes que experimenta la mujer madre ya antes de parir y que seguirá experimentado toda su vida. ¿Y qué es el mismo ejercicio de clave y trascendental que puede abordar
la profesional que acompaña a través de la formación es que la capacidad de soltar, capacidad de dejar ir, la capacidad de asumir donde está el límite, que es aquello que yo sí puedo asumir y que realmente es sustentable para mí y que no. Porque esto es un ejercicio adulto y generalmente no es fácil, pero es algo que siempre abordamos dentro de la formación para profesionales.
Porque como colectivo en concreto de las matronas, en general es un colectivo al que le cuesta muchísimo ponerse límites.
Y desde ahí viene que muchas veces se sobrecargan a nivel físico, nivel mental, a nivel emocional. Generalmente también suele haber dificultades a la hora de valorar cuáles son sus servicios y cómo mecanizarlos a nivel empresarial, etcétera, etcétera. Entonces, parte de no que hacemos en la formación cuando tratamos el módulo 9 del marco profesional tiene que ver con esto. ¿Hasta dónde sí y hasta dónde ya no me corresponde? ¿Es no más saludable?
Es valioso para mí y también para la familia usuaria. Evidentemente, la mayoría de profesionales trabajan con profesionales en el ámbito de la psicología, que están especializados a los que pueden derivar. Creo que es algo muy interesante que la profesional que acompaña sea capaz de reconocer que sí le corresponde y que no. Esto es un acto maduro.
Judith Janssen (37:07)
hablando de límites, me surge también la pregunta de cómo no caer con toda esa mirada hacia historias, hacia procesos inconscientes y el impacto que puede posiblemente tener en los procesos que acompañamos. ¿Cuánto espacio dejamos también para el misterio? ¿Cómo cuidar de no cargar
de alguna manera de sobre responsabilidad que podía llegar a ser culpa tanto de las mujeres como a las que acompañamos.
Manuela Silva González (37:36)
Vale, hay muchos temas ahí. Voy a intentar abordar algunas cosas. Uno de los entrenamientos principales en la formación tiene que ver con ocupar tu lugar en tu vida, tu sistema de origen, en el sistema profesional en el que estás acompañando, en el que te desempeñas. Cuando estamos trabajando esto, no primero que asumimos es que no todo depende de nosotras. Algo...
que generalmente a las mujeres en general nos cuesta mucho. Sí, a nivel racional y teórico, pero mucho a nivel práctico congruente en el día a día. Y uno de los entrenamientos tiene que ver con esto, que la propia profesional asuma sus límites. Yo siempre le digo a mis alumnas, por favor,
estemos siempre disponibles a que la vida llegue y se abra paso, como no hace el agua en el río, y que de repente todo fluya y que de repente todo vaya fantástico. Porque si ponemos la mirada allí, estamos permitiendo una posibilidad mayor a que eso pueda darse. No obstante, es interesante que no tengamos una mirada como infantil en ciertos procesos de acompañamiento, abordando...
las posibles situaciones de dificultad que se puedan dar, preveyéndolas y trabajándolas previamente a esto. Y entonces ellos traen la posibilidad de que verdaderamente mucho de no que sucede pueda fluir. Y realmente suele pasar así. No hay que tener miedo de conocer por miedo a preocuparse. Finalmente ya nos preocupamos. El tema es que no nos ocupamos.
Y por eso generalmente hay mayores niveles de ansiedad constantemente, según vamos como sociedad. Entonces es importante darse cuenta, es importante reconocer. En realidad nadie está mejor en la ausencia del conocimiento, en la obviedad de no que realmente se está manifestando ahí. Luego cada quien puede resolver o no, porque sí que es verdad que a veces la incomodidad de no nuevo...
es más incómoda que la incomodidad del hecho ya conocido, ¿no? Pero esto ya entonces es una decisión de cada quien. Por un lado, estaríamos hablando de esto. Por otro lado, el tema de la culpa. El tema de la culpa es una gran desconocida en general mucho más en el ámbito de la Generalmente se excluye a la culpa, al sentimiento de la culpa, se le cataloga de inferior.
o de innecesario, de... ¿no? Es como... de retro, culpa. Y en realidad la culpa es un sentimiento que es muy interesante conocer cómo funciona. Desde la psicología sistémica trabajamos la culpa como un conflicto, como un sentir, una catarsis que te permite Eso sí, abordando la culpa desde un lugar adulto,
no dejándose invadir por ella de una manera desmesurada, que es no que generalmente la gente conoce. No es malo que las mujeres sientan culpa cuando están en sus procesos de maternidad. Lo perjudicial es dejarse invadir por ella y no utilizar su función adaptativa. Para cuando una mujer sabe cómo trabajar con la culpa
y es consciente de no que la culpa trae a su vida y a sus circunstancias, es una mujer que se libera, es una mujer que crece y una mujer que asume. Entonces, ¿quién siente culpa? Siente culpa una niña pequeña.
Una mujer adulta no siente culpa porque o al menos no se deja impregnar por ella porque cuando la percibe la trabaja, gestiona y toma decisiones y sobre todo asume y sostiene las decisiones y ahí ya no existe más culpa. La culpa es un sentimiento que tiene que ver con esa lucha de lealtades.
Cuando se espera de mí una determinada cosa a nivel social, familiar, es igual, independientemente del contexto, o mismo yo conmigo misma. Yo normalmente esperaba de mí o he actuado de una determinada manera y ahora resulta de que me apetece hacerlo de otra manera, me apetece otra cosa, decidirlo, pensarlo de otra forma. Allí se genera a mí un sentimiento de culpa porque estoy dejando ir una conciencia colectiva,
que me lleva a un determinado lugar, hablamos de buena conciencia en este la mujer que necesita estar constantemente en esa buena conciencia, siendo validada por terceros, cumpliendo con las normas y los estándares ajenos, es una mujer que es una niña. Y una niña que cría no puede hacerlo de una manera saludable porque está condicionada a que la valide externamente con aquello que lleva a la crianza de su criatura.
Imagínate
resulta de que en mi familia, es un ejemplo, no es ahora resulta de que en mi sistema familiar se dice que las mujeres, no dilatamos. Las mujeres de esta familia no
O las mujeres de esta familia tenemos el pezón plano. Estos son casos reales que yo he Entonces, ahora la descendiente de este sistema familiar se encuentra en proceso de gestación-parto-puerperio. Estamos acompañando, cada una en su perfil. Y esta mujer, pese a que está muy interesada en poder parir de una manera natural o dar la lactancia
se ve condicionada.
Condicionada porque hay una parte inconsciente de ella que necesita pertenecer y para poder pertenecer a este clan nosotras no dilatamos voy a quedar con este ejemplo, ¿si? entonces, claro, esta mujer viene y te dice que ella quiere un parto natural y ella jamás te va a decir es que yo necesito no dilatar para poder seguir perteneciendo a las mujeres de mi clan porque si no me quedo excluida, esto nunca te no va a decir, te dice no otro pero cuando tú estás entrenada
en maternidad sistémica, tú puedes ver no que ella te dice y también no que no te dice y desde ahí puedes acompañarla hacia no que anhela en realidad. Entonces, es muy posible que esta mujer, como está en esta lucha de lealtades, si paro naturalmente con una dilatación fluida, un trabajo de parto fluido, quizás me expongo a la exclusión, esto es inconsciente, es pura antropología. O si...
si no hago como las mías, como las mujeres de mi clan, si puedo pertenecer, ella se siente frente a un sentimiento de culpa. Quiero esto, pero no me atrevo. O no me van a querer, o no me van a mirar bien, o ya no voy a formar parte. Entonces, la clave aquí se trata de que esta mujer pueda ser consciente. Primero de que hay una parte de ella que necesita pertenecer aunque suponga un agravio
y esto es un anhelo inconsciente que todos tenemos, solo determina si te das cuenta o no. Pero la funcionalidad está ahí. En segundo lugar, no que ella necesita es darse cuenta de que hay una parte de ella que sí necesita hacerlo de otra manera ya.
Cuando ya tiene esta segunda parte con un trabajo de acompañamiento correspondiente, donde ya la profesional tiene esos recursos, entonces no que esta mujer necesita es tomar su decisión. Yo decido abrirme a la posibilidad de tener un parto fluido y gozoso y pleno. Y asumo que este sentir de culpabilidad, ese sentimiento de culpa e incomodidad que tengo...
es una forma que mi yo completo me avisa de que estoy cambiando las normas establecidas. Entonces, ahí la mujer se pregunta, ¿esto es no que tú quieres? ¿O prefieres mantenerte en ese lugar donde las mujeres de esta familia no dilatan? Bueno, generalmente con las profesionales que se han formado en maternidad, si el acompañamiento es desde este entrenamiento,
la mujer es consciente y entonces ella se da cuenta de cuál es realmente su anhelo y sostiene la decisión porque ya sabe que en realidad que le vaya mejor no suponga que le van a excluir del sistema familiar. A menos que no haya este sostengo el sentimiento de culpa y me doy cuenta de qué me viene a decir, de que es esa incomodidad propia de estás creciendo, estás yendo a otro lugar,
a menos que no ha ese ejercicio y así corre a pies puntillas para afinarse con las mujeres de su clan por miedo a ser
Ojo, porque en el ámbito de la maternidad, y es algo en que generalmente me no encuentro en no terapéutico y no pedagógico, que no se aburra el sentimiento de culpabilidad como ese elemento que nos permite crecer y Generalmente dejamos que nos invada, que nos ahogue y nos hacemos chiquititas por miedo a tomar nuestras propias decisiones. Y uno de los aprendizajes fundamentales
Judith Janssen (46:13)
mmm
Manuela Silva González (46:19)
que requiere una mujer madre ya desde el momento de la gestación atreverse a hacerlo a su manera,
Judith Janssen (46:26)
bonito.
Manuela Silva González (46:26)
y para eso tiene que aprender
a sostener esa incomodidad de la culpa.
Yo siempre digo que la culpa es tu nueva mejor amiga porque te avisa de cuándo estás dispuesta a crecer. Y si no sabes y no puedes reconocer, te permites crecer con ella. Y no te invade, ni te flagela, ni te carga. No. Te potencia, te lleva a la adulta donde tomas tus decisiones y no esperas que terceros no validen.
Alejandra Oliden (46:55)
Muy interesante aproximación de la culpa.
Judith Janssen (46:57)
No sé si tú tienes algún tema más que hace falta todavía hablar de ello.
Manuela Silva González (47:02)
Yo creo que hay un tema que es un meloncito, que creo que es muy interesante, y que haga el efecto que tenga que hacer allí donde no tenga que hacer.
Es muy importante...
trabajar este perfil de la profesional desde el lugar donde no concebimos en la maternidad sistémica y es yo como profesional estoy aquí ofreciendo mis recursos, las disciplinas, los conocimientos, la experiencia, bagaje personal que tengo, con todo aquello que realmente es sostenible para mí como profesional y que soy capaz de respetar los diferentes miembros de la familia a la que acompaño. Esto es muy importante.
Que el acompañar de la profesional no transgreda los vínculos o las relaciones que ya estén afectadas por su propia dinámica. Generalmente la profesional va a acompañar aquellos contextos familiares que tienen que ver por exceso, por defecto, con su propio sistema familiar. Para evolucionar o para repetir patrones. Entonces, si por ejemplo...
Yo soy una mujer que estoy acostumbrada a asumir todas las responsabilidades, autoexigirme muchísimo, a no validarme, a no reconocerme, a no premiarme, a no valorar mi propia valía, mi autoestima... Entonces es muy probable que yo ande acompañando en contextos donde hay mujeres que necesitan una persona que las materne
o mujeres que están en un rol muy parecido al mío, muy desde el control, muy desde la ansiedad, desde el cortisol, muy mecanizadas. Entonces, eso se da para el efecto maravilloso de que ambas partes puedan verse, y puedan trabajar sus aspectos pendientes, eso que les cuesta. Sin embargo, que las profesionales que acompañamos sepamos cuál es nuestro lugar como profesionales
y que aunque intervenimos de una manera trascendental en el hecho, porque las familias nos dan un espacio muy íntimo cuando acompañamos este hecho, nunca olvidar que es importante mantenernos en esa cercanía distante, que permite que coexista en ellos, porque son quienes se van a perdurar en el contexto familiar más allá del ejemplo del postparto imediato, en concreto en las matronas,
que nuestro acompañar como profesionales no suponga un deprecio en sus relaciones. Y que yo, como profesional, pueda marcharme tranquila, libre y relajada que ha aportado aquello que se requería y que el acompañamiento ha ido direccionado a potenciar el bienestar de los miembros de la familia.
Alejandra Oliden (49:29)
Sí, y para darle un poco de vuelta también a este tema, sin pretensión de abrir otro melón, pero para dejarlo ahí, no solo el acompañamiento entre la profesional y la madre o la familia, sino entre nosotras, entre nosotras profesionales, en los equipos que trabajamos, colaboramos o...
investigamos cualquiera que sea nuestra función como profesionales.
Manuela Silva González (49:55)
Claro, pero fíjate, de nuevo vamos a la parte personal, es decir, a aquello que yo no he resuelto en mí va a influenciar en mí en cómo yo actúo como profesional con los usuarios, pacientes, clientes, como mis compañeros o compañeras en el organigrama profesional, en mis relaciones sociales, ¿no? ¿Cuántas veces pasa que eres una, hablo en general, Una de esas personas que...
Alejandra Oliden (49:59)
un
Sí.
Manuela Silva González (50:21)
está siempre para apoyar las vicisitudes del entorno social y cuando tú tienes la circunstancia que te cuesta, puedes contar con los dedos de una mano y algunos te sobran. tiene que ver con una dinámica disfuncional y una falta de equilibrio de las relaciones. Y esto proviene de mi dinámica con mamá.
Alejandra Oliden (50:39)
Sí, todas oportunidades de crecimiento entre las que nos encontramos y oportunidades de inspiración, que por eso este podcast tiene este objetivo de inspirarnos entre las que venís a participar y entre las oyentes. Para quienes sientan curiosidad por el enfoque sistémico que ofreces, ¿qué primeros pasos recomendarías para comenzar a explorarlo?
Manuela Silva González (51:07)
Verás, no que sugeriría es que observásemos y que nos preguntásemos cuánto de mis relaciones yo disfruto. ¿Cuántas de mis relaciones yo disfruto y cuántas de mis relaciones yo sufro?
Esto es clave. Entonces ahí, una empieza a darse cuenta de cosas, de patrones, empieza a darse cuenta de que quizás un 70 % o un 80 % de las relaciones que que mantienen su día a día no son beneficiosas o quizás sí. Esta sería la primera pregunta. Lo segundo que te sugeriría es que puedas ver
¿Cómo estoy con mis adultos de referencia que generalmente son papá y mamá? ¿Cómo me siento con ellos y qué dinámica de relación hay? Porque esto va a ser determinante
yo me desarrollo en mis relaciones, cualquier ámbito. Y en tercer lugar, no menos importante y que lo puedes pasar al primero,
es que le eches un vistazo al programa de maternidad sistémica, que te apuntes y que te digas sí a ti. Sí a ti como profesional, sí a ti como persona. Es un viaje que se disfruta, que se aprende muchísimo, que se trabaja y se resuelve muchísimo y que cambia completamente la perspectiva, no solo a nivel del acompañamiento, por supuesto, sino a nivel vital. Una de las cosas que
suelen decir las alumnas que han pasado por las formaciones, es que le ha cambiado la vida. Y esto realmente es desde dónde estoy y vivo mi vida y cómo desde ahí influye en lo profesional.
Siempre digo a mis alumnas, es muy claro ver quién se ha formado en mis formaciones porque quienes salen de las formaciones se hablan constantemente del gozo. Vivir la maternidad desde el gozo
disfrutar el día día desde el gozo. Esa es la clave.
Alejandra Oliden (52:51)
Muy bien, pues dejaremos el link aquí para las oyentes que podéis entrar a informaros y también que entréis en aguasclaras.org para seguir viendo los capítulos que este día es el 30 y con este cerramos la temporada antes del verano.
Judith Janssen (53:11)
Sí, terminamos el primer ciclo que ha sido un viaje muy emocionante con invitadas muy inspiradoras como tú, Manuela, muchísimas gracias por tu tiempo, por tu disposición, por explotarnos la cabeza en algunos asuntos y bueno, que gracias también por tu labor.
Manuela Silva González (53:28)
Muchísimas gracias a vosotras Alejandra, Judith, ha sido un placer, ha sido una conversación super amena, muy gustosa, seguiríamos hablando, en mi caso seguiríamos hablando mucho más rato con vosotras, con todo gusto. Gracias por el trabajo que estáis haciendo, gracias por inspirar y felicidades por este 30 capítulo y muchos éxitos para los siguientes.
Judith Janssen (53:39)
Muchas gracias.
Gracias.
Alejandra Oliden (53:51)
Gracias, Manuela.