El poder del movimiento asociativo
Hace unos meses, en el Congreso regional de la ICM en Berlín, confirmé algo que llevo tiempo reflexionando y compartiendo: la fuerza de una voz unificada es esencial. Las historias, talleres y debates reafirmaron la necesidad de fortalecer nuestro colectivo para lograr un cambio real y duradero en España.
El desafío del colectivo profesional en España
En nuestro país, las matronas seguimos vinculadas a los colegios de enfermería. Aunque este modelo ha sido útil en algunos momentos, cada vez resulta más evidente que no refleja ni nuestra identidad ni nuestra visión como profesionales autónomas. Nuestras competencias y responsabilidades son únicas, pero en el modelo colegial actual, nuestras prioridades quedan diluidas entre las de otros profesionales sanitarios. Esto no sólo limita nuestra capacidad de influir en decisiones políticas clave, sino que también afecta a la percepción pública de nuestra profesión.
A esto se suma la fragmentación en nuestras propias asociaciones de matronas Podríamos ser el país con más asociaciones, pero esta abundancia, lejos de fortalecernos, a menudo implica retos como la falta de recursos, representación limitada y una desconexión entre territorios. Sin una visión común ni estrategias coordinadas, es difícil avanzar hacia un colectivo fuerte y representativo. Es hora de pensar más allá de esta estructura y reflexionar sobre cómo unir esfuerzos para maximizar nuestro impacto.
La voz silenciada
El sistema sanitario se apoya en nosotras para ofrecer cuidados esenciales a mujeres y bebés, pero nuestra voz, como profesionales con competencias únicas, sigue diluyéndose en estructuras que no entienden ni priorizan nuestras necesidades específicas.
A menudo, las comadronas somos vistas como asistentes o auxiliares, una parte secundaria del equipo médico, pese a la importancia crucial de nuestro trabajo. Necesitamos un espacio donde podamos ejercer nuestra profesión con autonomía y dignidad, y en el que se reconozca plenamente nuestro valor en la atención perinatal.
Lecciones del congreso regional de Berlín
En el Congreso regional de la ICM en Berlín, hubo mucho énfasis en el fortalecimiento de las asociaciones de matronas como motor de cambio. En los talleres, se compartieron historias de éxito y herramientas aprendidas de otros países, mostrando como las asociaciones pueden ser interlocutoras clave en el diseño de políticas sanitarias, además de ofrecer recursos, formación continua y apoyo profesional a sus socias.
Estas experiencias internacionales nos muestran que las asociaciones pueden ser un espacio para coordinar esfuerzos, unificar voces y defender intereses comunes.
Una voz más sólida y representada
Si queremos avanzar hacia un modelo similar, necesitamos actuar en tres frentes principales:
- Autonomía profesional: Construir estructuras que reflejen nuestras competencias específicas, garantizando que las decisiones sobre nuestra práctica no dependan de colectivos externos.
- Unificación del colectivo: Aunque las asociaciones regionales hacen un trabajo admirable, es necesario coordinar esfuerzos a nivel nacional para maximizar nuestro impacto.
- Visibilidad: Es fundamental que la sociedad y los responsables políticos comprendan el valor único que aportan las comadronas al sistema de salud y a la atención de las mujeres y sus familias.
Un llamado al cambio
Desde Aguas Claras, queremos invitar a la reflexión y a la acción. ¿Cómo podemos construir una estructura que garantice nuestra representación? ¿Qué podemos aprender de los ejemplos internacionales para adaptarlos a nuestra realidad?
Es urgente que nos unamos para formar una estructura sólida, que no dependa de otros colectivos que no entienden nuestra visión y profesión. Necesitamos defender nuestra autonomía profesional, crear nuestra propia voz que, con el tiempo, se convierta en una alternativa a los colegios de enfermería. No es solo una cuestión de independencia; es una cuestión de dignidad. Queremos ser tratadas como la profesión que somos, con el respeto que merecemos.
Conclusión
El movimiento asociativo no sólo beneficia a quienes formamos parte del colectivo, sino también a las mujeres y familias a las que acompañamos. Una estructura fuerte, bien organizada y con objetivos claros puede marcar la diferencia en cómo se percibe y valora nuestra profesión en España.
Es el momento de actuar. Las herramientas, los ejemplos y la motivación están a nuestro alcance. Ahora solo necesitamos dar el paso.
Escucha también la entrevista con la presidenta de la ICM Sandra Oyarzo sobre la importancia de las asociaciones de matronas.