#24 - A cuentagotas: Acompañamiento atento
Este es el primero de una nueva serie A Cuentagotas: pequeñas dosis de información e inspiración, donde compartimos ideas que no necesitan un episodio entero, o temas nuevos sobre los que aún no tengamos con quién conversar o entrevistar, pero que merecen ser compartidos.
Este primer A Cuentagotas trata sobre el Acompañamiento Atento, también conocido como Acompañamiento Vigilante o Watchful Attendance en inglés.
Es una forma de estar en el parto conocida por nosotras pero aún invisibilizada y debería ser reconocida como una intervención en sí misma para poder protegerla, documentarla y exigirla como parte del cuidado que las mujeres merecen.
Inspirado en el trabajo de Ank de Jonge, Hannah Dahlen y Soo Downe, este episodio propone mirar de cerca esa manera de estar que puede marcar la diferencia entre parir… y sentirse parida.
Como siempre, puedes escuchar (y ver) el episodio en Spotify, Apple Podcast o Youtube.
Enlaces
de Jonge, A., Dahlen, H., & Downe, S. (2021). ‘Watchful attendance’ during labour and birth. Sexual & Reproductive Healthcare, 28, 100617. https://doi.org/10.1016/j.srhc.2021.100617
Transcripción del episodio
Judith Janssen (00:17)
Esta semana quiero compartir algo distinto, como una línea nueva de contenido dentro del podcast que se llama A cuentagotas.
Son como pequeñas gotas de inspiración y reflexiones, sobre temas que me apasionan y que me parecen importantes de divulgar y hablar. Hoy la primera gota es sobre Watchful Attendance. También traducido en castellano como acompañamiento atento o acompañamiento vigilante. Este segundo término a mí me gusta un poquito menos porque creo que tiene esa connotación de control que justamente el Watchful Attendance no tiene.
El Watchfull attendance en inglés pues engloba tantas cosas que bueno utilizaré los dos términos pero lo que sería traducido para mí sería el acompañamiento atento.
Eso todo surge de una conversación que tuve el viernes pasado en un encuentro, una especie de conferencia en Holanda con Ank de Jonge. Ank de Jonge es una matrona y catedrática holandesa referente a nivel internacional. Realmente ha hecho muchísima aportación al cuerpo de conocimiento matronil y siempre se mete en temas muy interesantes. Uno de ellos es el Watchful Attendance.
ese trabajo lo ha hecho con Hannah Dahlen y Soo Downe.
Pues hablé con Ank el otro día sobre el
acompañamiento atento, que ellas están intentando visibilizar como término y cómo intervención.
Me encanta porque creo que están poniendo palabras a lo que tantas veces ha sido invisibilizado. Es
algo que como comadronas hacemos y de hecho diría que es una parte fundamental y esencial de nuestro trabajo pero no se ve ni no se documenta, no se habla ni siquiera. Y en sistemas sanitarios cada vez más saturados de tareas de registros, de protocolos, simplemente estar con una mujer en trabajo de parto pues puede parecer un lujo y no debería ser, debería ser
una parte fundamental de nuestra labor y debería ser una intervención porque sabemos que tiene mucho valor
Hablamos de este término muy brevemente en el episodio 7 con Lucía Alcaraz que también lo menciona en su tesis y para los que no conocéis este término pues en realidad es una forma de presencia activa, atenta, estar emocionalmente disponible.
Es escuchar, es observar, es sostener.
No para dirigir, sino para responder. No para controlar, sino para acompañar desde la confianza.
Cuidar en el parto suele describirse por lo que hacemos, ¿no? La inducción, la analgesia, los registros, los
intervenciones técnicas, pero no refleja algunos de los aspectos más fundamentales de nuestro trabajo.
Y en realidad, tomarse el tiempo y estar con la mujer, con la persona, ha sido históricamente uno de los pilares del cuidado obstétrico respetuoso. Sin embargo,
sistemas actuales de atención imponen restricciones sobre el tiempo y no permiten variaciones individuales en los ritmos del parto. Hasta la OMS, en sus directrices recientes, ha dicho que no hay evidencia
que respalde estas limitaciones arbitrarias. Porque sabemos todas que cada parto tiene su ritmo, que cada mujer su historia y cada cuerpo necesita su
El Watchful Attendance, el acompañamiento atento,
y vuelvo decir no es nada nuevo es algo que ya hacemos que ya sabemos hacer sólo que es importante poner la palabra ahora os cuento por qué. Es estar presente con todos los sentidos en contacto cercano confiando en el proceso atenta a las necesidades de la persona y no solamente necesidades físicas también emocionales sociales y clínicas también por supuesto.
Y a veces desde fuera parece que no se está haciendo nada. La matrona está en silencio. Murmura a veces, palabras suaves, ofrece agua, un masaje, escucha la respiración. Pero en ese silencio hay observación, hay escucha, hay conexión.
También nuestro cuerpo, como matrona, percibe cómo se mueve la mujer, cómo suena su voz, el color de sus mejillas, la dilatación de las pupilas, el tono de la piel. Es un lenguaje sin palabras que permita afinar la respuesta, permita facilitar la progresión del parto y decidir si intervenir o
simplemente seguir acompañando y todo esto sabemos que se potencia cuando hay continuidad de cuidados que la mujer conoce o la persona conoce a la matrona y que esta persona además confía en quien la acompaña. Creo que todos sabemos y sabemos la importancia pero a pesar de esa importancia este cuidado ha sido muy invisibilizado, no tiene nombre
no se registra y por tanto no se evalúa, no se protege y no se exige.
Por eso, me parece muy revolucionario
utilizar el término Watchful Attendance, el acompañamiento atento, como intervención. Es necesario. Nombrarlo es empezar a hacerlo existir. Si lo nombramos, podemos enseñarlo, podemos evaluarlo, podemos estudiarlo, incorporarlo en los registros clínicos y podemos incluso investigar su impacto, tanto en la seguridad, el bienestar, la fisiología, etc.
Ya sé lo que estás pensando: que tenemos una sobrecarga laboral estructural, faltan matronas... Es cierto, es cierto muchas veces falta tiempo faltan personas para poder acompañar como quisiéramos pero también es cierto
que una parte importante de ese tiempo se va en
tan necesarias: Registros excesivos, cargas administrativas, intervenciones rutinarias sin evidencia clara, que no aportan al cuidado. No solo que falte tiempo, es que muchas veces se invierta mal
y mientras tanto lo esencial se queda en pausa.
Y es importante. Hay evidencia de sobra sobre el impacto en los resultados de la continuidad de
la atención por las comadronas. Por eso es hora de nombrar el acompañamiento atento como una intervención. Documentarlo, visibilizarlo.
incluirla en la historia clínica, porque así también las mujeres pueden exigirla como una intervención que quieran. Y como dijo Ank de Jonge en su presentación, cuando esta forma de cuidar tenga igual estatus que una intervención médica,
dejar de ofrecer Acompañamiento Atento será tan inaceptable como no ofrecer analgesia a quien la solicita.
Lo que también quería añadir, aquí en España hablamos mucho del one-to-one que viene de Inglaterra, no es exactamente lo mismo porque el one-to-one habla más de ratios de estar asignada a una mujer pero el Watchful Attendance no trata sólo de estar,
trata de cómo estás presente. Como he mencionado antes, es una presencia activa, sensible, afinada, es una disposición emocional y profesional que implica observar con todos los sentidos, responder sin invadir y sostener sin dirigir.
primera A cuentagotas. Gracias por dejar que esta gota caiga y si algo resonó en ti, compártelo y quédate cerca que vendrán más.