#22 - Activismo dentro y fuera del paritorio

En esta conversación, exploramos con Nazareth Olivera su recorrido como matrona y divulgadora, y cómo ha sabido tejer ambos roles para impulsar una atención más informada, respetuosa y coherente dentro y fuera del paritorio.

Naza es matrona desde 2017, enfermera desde 2009 y mamá de tres. Ha trabajado durante años en paritorio en el Hospital Rey Juan Carlos de Madrid, y también ha acompañado partos en casa. Es IBCLC y se ha especializado en biomecánica del embarazo y el parto.

Actualmente se está formando en acompañamiento de la diabetes gestacional en el Máster en la Universidad de Barcelona. Ha escrito dos libros y un cuento, y ha creado un espacio de divulgación que ya acompaña a muchas en la búsqueda de experiencias más informadas y respetadas.

Como siempre, puedes escuchar (y ver) el episodio en SpotifyApple Podcast o Youtube.

Temas clave del episodio

  • La autonomía profesional y la cohesión del equipo como condiciones clave para transformar la atención en los paritorios.
  • La revisión de protocolos y la creación de alianzas como estrategia para garantizar una atención más respetuosa e informada.
  • La necesidad de sostener la motivación profesional como motor de cambio frente al desgaste dentro del sistema.
  • Las desigualdades territoriales en el acceso al parto respetado y acompañado por matronas y la urgencia de impulsar casas de partos como opción para las mujeres.

Enlaces

Comadrona en la Ola
MUNet España


Transcripción del episodio

Judith Janssen (00:18)
Hoy charlamos con Naza Olivera, matrona desde el 2017, enfermera desde el 2009 y mamá de

en el Hospital de Rey Juan Carlos de Madrid y también ha acompañado partos en

ha especializado en biomecánica del embarazo y el parto,

formándose en diferentes países. Le apasiona la lactancia y el acompañamiento de la diabetes gestacional, tema en el que se está formando actualmente a través de un máster en la Universidad de Barcelona.

Ha escrito dos libros y un cuento y ha creado un espacio de divulgación que acompaña a muchas en la búsqueda de experiencias más informadas y respetadas.

Hoy hablamos, Alejandra y yo, con Naza sobre cómo ha podido compaginar su trabajo como activista y divulgadora con el trabajo en paritorio, cómo ha podido navegar que puede haber entre una visión propia

el sistema en que trabajas.

Judith Janssen (01:09)
a abrir esto.

Alejandra Oliden (01:09)
¡Hola Naza,

¡Bienvenida!

Naza (01:11)
Muchas gracias por invitarme, encantada de estar aquí.

Alejandra Oliden (01:13)
Cuéntanos cómo se inició tu camino en el mundo perinatal.

Naza (01:16)
Pues esto es algo que cuento con mucha frecuencia porque yo me hice matrona a raíz de mi primer embarazo. Me quedé embarazada con 24 años, no era buscado, pero en cuanto me quedé dije esto es maravilloso. Y de verdad que fue, sea, yo siento que fue como algo que estaba ahí esperando, ¿sabes? A ser totalmente destapado y me quedé embarazada y empecé a leer libros de embarazo, mira los que había en aquella época, en 2003, 2004.

Y de repente dije, esto es lo que quiero hacer yo en la vida, yo quiero estar con mujeres embarazadas, con bebés en los partos, y digo, y esa es la profesión de matrona, o sea, estar, acompañar. Y eso que yo no tuve una buena referencia de matrona en mi embarazo, que digas, es inspirador, yo quiero ser como ella, pero fue como atar cabos, de verdad que yo sentí como un despertar, es como, esto es lo que quiero hacer en mi vida y no quiero nada más. Y a partir de ahí fue un camino muy largo, muy largo hasta llegar a ser matrona, porque yo no era ni enfermera, y en España es la única vía que tenemos.

Pero era como que tenía un objetivo tan claro y además me ayudó mucho a organizar mi vida, porque al quedarme embarazada, dejar los estudios, estar en la universidad, era como un poco caótico. Y el tener el objetivo de ser matrona era lo que me mantenía siempre con un rumbo de esta es mi meta, esta es mi meta. Y la verdad que fue muy bonito.

Alejandra Oliden (02:26)
Si es largo cuando

comienzas ya con el objetivo de motronas y la carrera de enfermería todavía, se hace largo. ¿Y cómo ha sido el recorrido para, o sea, cómo ha sido el recorrido hasta llegar a trabajar en un hospital público y simultáneamente sostener tu rol de activista, divulgadora?

Naza (02:44)
Pues yo hice la residencia en un hospital de Madrid que era muy intervencionista, era un hospital de segundo nivel, osea que no es alta complejidad, pero era altamente intervencionista, con unos resultados obstétricos terribles, no había protocolos, o sea, no había un protocolo de, oye, aquí las bolsas rotas se manejan así, por lo menos te adaptas, sino que todo dependía del turno. Y entonces yo durante la residencia hice una residencia paralela en parto en casa. Estuve...

de los dos años estuve 18 meses con un equipo de parto en casa en Madrid y como que eso me mantenía un poco la perspectiva de no caer en todo es patológico, todo se complica, todo es peligrosísimo, como que te mantenías un poquito en el otro lado. Y la experiencia de parto en casa fue extraordinaria, yo había tenido ya dos, tengo tres hijos y antes de la residencia ya había tenido dos de ellos en casa, la primera fue en el hospital.

La experiencia de parto en casa fue increíble, bueno, también, que hace poco tuvisteis un capítulo con Concha, que me pareció espectacular. Es mucho sacrificio también de tu vida personal, familiar. Y entonces no me vi tampoco como dedicada exclusiva a parto en casa. Así que dije, entonces, ¿dónde voy a trabajar? Yo necesito, quiero trabajar. Me ha costado mucho llegar aquí y ahora quiero ejercer. Así que en Madrid es verdad que hay por lo menos, hay dos, tres hospitales, pero dos especialmente.

que son bastante conocidos por sus protocolos de asistencia al parto. Son protocolos actualizados, son protocolos que son acordes a las guías de práctica clínica, así que no es algo tan difícil de concebir. Y sí que me da un poco de miedo salir de mi zona de confort, de tu hospital de residencia, pero me acerqué a uno de ellos y la experiencia fue muy buena desde el principio, enseguida te das cuenta

que el equipo de matronas tiene mucha autonomía, hay mucha cohesión entre ellas y una cosa que era extraordinaria, y es que se llevaban bien con los ginecólogos. O sea, esto es algo que ojalá todo el mundo entendiese lo que es, lo importante que es, lo que te cambia la vida, ir a un sitio cada mañana a trabajar donde sabes que no vas a una guerra. Y entonces eso también hizo las cosas muy fáciles. En cuanto veían que tenías un poco de interés por aprender, por integrarte, la verdad que el equipo funcionaba muy bien.

Este hospital en concreto es una gestión privada, osea, es de asistencia pública, es para la población de Madrid y además en Madrid hay libre elección, con lo cual todas las mujeres pueden escoger para ir aquí, pero es una gestión privada. ¿Y eso al final qué hace? Pues que la gestión privada quiere atraer pacientes, este caso mujeres, partos, y entonces tienen que ofrecer algo. ¿Y al final qué ofrecen? Pues una obstetricia actualizada, basada en evidencia, protocolos actualizados.

Con tiempos correctos, de no hacer tactos vaginales antes de cuatro horas, intentar ingresar a las mujeres siempre de parto, salvo excepciones que la mujer está muy mal o necesita,

autonomía de las maratonas extraordinaria, dilatación en bañera, parto en bañera, auscultación intermitente, no canalización de vía venosa si es un parto de bajo riesgo. Osea, todo lo que estamos siempre reivindicando, este hospital lo abrió ya de base.

Entonces, digo, a mí me parecía muy curioso porque hay alguien detrás, hay un cerebro detrás que tiene muy claro qué es lo que hay que ofrecer a las mujeres. Y entonces el hospital abrió así, todos los ginecólogos que trabajan ahí se adaptan a esa forma de trabajar y las matronas igual. Entonces eso hace que realmente el ambiente es bueno y que se trabaje muy bien. Entonces, en ese sentido, es verdad que al final tuve, no suerte, sino que dije, escojo trabajar aquí, ¿no?

También con las desventajas de la gestión privada. Nos pagan muy mal en comparación a un hospital público. Osea, el personal sanitario está mal pagado. Estaba muy lejos de mi casa, 90 kilómetros. Pero al final es como... Yo no me veo capaz de trabajar en otro lugar después de haber visto el tema de la residencia. Entonces, es verdad que en ese sentido era como fácil. Pero a pesar de eso, siempre hay cosas, está claro,

que se pueden mejorar o que tú estás que dices esto no me termina de convencer, no me gusta. Y yo siento que en ese hospital con los años las cosas incluso fueron mejorando, como que las matronas fuimos también introduciendo nuevas formas de trabajar, como por ejemplo trabajar con biomecánica. Yo noté un punto de inflexión extraordinario

cuando empezamos a decir, este parto no va porque este bebé está mal colocado, porque el abdomen de la mujer no contiene bien al bebé, hay una diástasis muy grande, porque el bebé se choca en pubis, porque está asinclítico. Y lo que sucedió es que empezamos a trabajar eso con movimiento, con estiramiento, con cosas muy concretas y muchos registros que teníamos antes, malos, feos, con deceleraciones, con meconio, con taquicardia, estos registros que están llegando a un extremo...

de repente se corregían, osea, era una cosa que pasaba en un registro que claro, estaba el gine ya pendiente, que si un pH, que si una cesárea, a de repente decir oye, ¿qué habéis hecho? que este registro está, que vamos, que parece un bebé nuevo que acaba de entrar por la puerta, ¿no? Y a partir de ahí desaparecieron los pH del paritorio, una cosa que mí me pareció extraordinaria, o se dejaron de hacer pHs intraparto que no tienen mucha o ninguna evidencia, ¿no? el pH de calota fetal.

Y ya teníamos muy claro que el parto que no progresaba estaba ahí, había que trabajar ahí. Cuando las matronas no conseguíamos a 100%, los ginecólogos nos ayudaban con rotaciones manuales de las cabecitas. Para mí fue como un paso más todavía en la asistencia. Y sobre todo era muy bonito ver el nivel de confianza que habíamos llegado a tener con los ginecólogos. Que tú entrabas de guardia y está Miguel, está no sé quién, y decías, esto es maravilloso. Es con estos gines, te da una tranquilidad.

Y yo lo que siempre he pensado es que es una pena que la gente no sepa lo que es trabajar así. La diferencia tan brutal que es trabajar así. Y para las matronas, para los gines y para las mujeres. Una de mis anécdotas más bonitas que tengo del paritorio estos años es una familia que el parto se había complicado, el bebé estaba posterior, era un mal registro, muy cansado, la madre tenía fiebre, osea, que ya estábamos en un cuadro un poco a límite. Entonces en el expulsivo pasó uno de mis compañeros que es...

una de las personas, yo me pondría la vida en sus manos, simplemente a estar por si acaso veía que al final instrumentaba o hacer algo, al final fue un parto normal y al día siguiente él fue a visitarlos a la habitación y les preguntó qué tal estaban, tal recordaban el parto, la vivencia y tal, y esta familia, la madre y su pareja le dijeron, estuvimos tranquilos en todo momento, a pesar de entender que el registro estaba mal, que había meconio, que el parto era complicado, porque vimos tal complicidad entre tú y la matrona, o sea...

la familia le dijo esto al ginecólogo, que era como que no podía pasar nada, no podía haber nada mal y a mí eso me marcó porque no nos damos cuenta de que no sólo nos afecta a nosotras la forma de trabajar, la relación que hay con los obstétricos, sino a las familias

realmente a mí lo que me da pena es que nadie diga oye porque este hospital tiene tan buenos resultados obstétricos, que mucha gente a veces los atribuye a claro es que ahí dais tiempos y tiempos y tiempos y nunca hacéis cesáreas y no es verdad, nada en absoluto, no tiene nada que ver con eso.

por la forma de trabajar. Y en cuanto al activismo, cuando empecé a trabajar ahí, que acababa de la residencia, me había abierto el perfil en redes sociales y es verdad que al principio era un perfil anónimo porque es más fácil divulgar desde el anonimato. O te sientes tú un poquito más protegido porque las redes sociales son tela, aunque mi perfil era muy, muy pequeñito. Pero con el tiempo realmente me empecé a dar cuenta que lo que hacemos en la divulgación no es nada malo, es poner sobre la mesa

qué dice la evidencia, cómo deberíamos estar haciendo las cosas, lo que es la violencia obstétrica. Y además también con el tiempo, claro, a lo mejor recién terminada, pero no tienes mucha confianza en ti misma, pero con el tiempo tú vas teniendo confianza en lo que haces, en tu forma de trabajar y tus compañeras, los obstetras también confían en ti. Y realmente cuando dejé de ser anónima en el perfil, casi todo el mundo en el hospital sabía que este perfil era mío, quién era yo y...

y aunque yo al principio tenía miedo de que pensaran, pues, una matrona loca o como lo llaman a veces, la hippie, no sé qué, lejos de eso, al revés, era como que te seguían y decían, me ha gustado mucho tu post, le he pasado el post de la diabetes a la paciente en la consulta, o sea, que ves al revés, que hay como muy buena relación porque es que hay que hacer las cosas bien y al final no estamos diciendo barbaridades, estamos hablando siempre de evidencia y de bienestar en las madres y los bebés. Entonces...

tenemos como que perder miedo también a esa jerarquía y a veces a la propia sociedad que a las matronas nos tienen a veces en un papel que nos desconocen completamente.

Alejandra Oliden (10:28)
Sí, que nos van conociendo por casualidad en las conversaciones.

Naza (10:31)
Sí, sí, y no saben realmente cuál es tu papel o te preguntan pero en el parto vas a estar solo tú, ¿no? Esto es algo que todavía nos

muchas veces en el hospital.

Alejandra Oliden (10:40)
Has dicho cosas muy claves, como el trabajo en equipo con otros profesionales y que todo se transmite a las familias y que sea un centro que esté basado en guías clínicas actualizadas.

Naza (10:55)
Sí, es que es eso, es que no tiene más secreto. ¿Qué es lo que se dice? Y además revisas, ¿qué dicen ahora de la bolsa rota? Por ejemplo, aquí se esperaban 24 horas de bolsa rota al principio y luego se redujo a 12 porque si los pediatras decían que las infecciones. No había infecciones. Pero hemos estado muchos años con la pelea de las 12 horas y ahora es como, a ver, la evidencia dice 24 horas, la mujer quiere esperar, vamos a esperar. Es como que...

También ellos mismos van cogiendo confianza en esa forma de trabajar, no se hacen monitores antes de la semana 41, osea, que mucha gente diría, esto es peligrosísimo, ahí te das cuenta de que no es así y pierdes el miedo, porque al final, el problema es que en los hospitales la propia obstetricia es desde el miedo de la medicina defensiva, pues hacemos un monitor todas las semanas y así... Es una medicina defensiva pura y dura.

Judith Janssen (11:32)
mmm

Naza (11:39)
Pero si tú sigues las recomendaciones, no es necesario hacer monitores a mujeres de bajo riesgo desde la semana 37. Eso genera mucha ansiedad en las mujeres, de que como que se tienen que poner de parto ya. Es una cosa

Judith Janssen (11:46)
No,

Naza (11:50)
no tiene sentido.

Alejandra Oliden (11:51)
¿Qué cosas se te han hecho más difíciles a la hora de acompañar un tipo de parto fisiológico cuando puede entrar en tensión un modelo con otro, aun siendo tu centro un lugar en el que hay buena convivencia?

Naza (12:04)
Claro, hay buena convivencia, los protocolos están bien, tú como matrona sabes que al final los protocolos no dejan de encorsetar a las mujeres. Y al final, ¿quién dice que cada cuatro horas hay que hacer un tacto vaginal? ¿O que el expulsivo tiene que ser de un determinado tiempo si el parto está progresando, aunque sea despacito y el registro del bebé está bien? ¿O que no pueden usar la bañera porque llevan más de 18 horas de bolsa rota? ¿O una mujer que no quiere el antibiótico por streptococo y está informada y tomando una decisión informada?

Pues estas cosas a veces sí que te generan una ambivalencia de, mira pues es que aquí los protocolos son estos pero también es verdad que en el fondo dices pero la decisión es tuya o sea es verdad que aquí los protocolos son estos y yo te los tengo que contar pero si tú me dices que no quieres el antibiótico pues es que no te lo puedo poner ni te lo voy a poner y ya está y sales fuera y dice al gine pues es que no lo quiere. Y a veces pero cómo no lo va querer pero tal pues sí pues lo dejamos por escrito.

Yo recuerdo la primera vez que encontré a una mujer en la urgencia, tenía la bolsa rota y llevaba, no me acuerdo cuántas horas llevaba, no muchas, seis o siete, y tenía ya contracciones, la veías ya cómo gesticulaba, cómo se movía, bueno, en teoría, yo llegué a la guardia y me tocaba ver cómo estaba para ver si pasaba a paritorio o parto activo o no, y le dije bueno, tocaría explorar para ver cómo estás y ella me decía, no quiero que me hagáis ningún tacto, tengo la bolsa rota, eso aumenta el riesgo de infección,

y no me vais a hacer un tacto, claro, yo le dije, pues no, no te lo voy a hacer, o sea, yo te cuento un poco cuál es, no, pues te tengo que venir a decir, oye, que normalmente hacemos esto, pero tienes toda la razón del mundo, entonces no te voy a hacer el tacto, y ahí me quedé un rato, porque también la guardia estaba bien, que este es otro problema de los hospitales. Muchas veces las matronas no trabajamos como queremos porque estamos sobrecargadas, no estás tú sola para una mujer, o sea, en España el one-to-one no se contempla, es casual, pues hoy está bien la guardia, pues hoy estoy solo contigo.

Y fue así, nosotros realmente estuve un ratito con ella, como se movía, como gemía, como tal, dije mira yo creo que estás de parto, si tú quieres pasar dentro pues pasamos, y pasamos, pero claro yo decía y ahora que pongo, que la ingreso con cómo, ¿no? ¿como, con cuánto estamos? a lo mejor está con cuatro, a lo mejor está con ocho, no lo sé. Pero realmente pues ya está, osea que pones la situación sobre la mesa y siempre hay primeras veces, para muchas cosas y sobre todo al final son sitios donde...

donde ni las matronas ni los gines al final se sorprenden de cómo va a pasar sin que sepamos cuántos centímetros está, pues qué más nos da, pues ya progresará o no, pues si no progresa, pues igual hay que decirle, oye, pues qué hacemos, pero sobre todo es esa predisposición, o sea, en estos sitios al final el ambiente es positivo, no, y no es como, no es que aquí se hace así y no hay otra alternativa, sino que dices, bueno, pues está todo bien, pues nada, pues vamos viendo.

Pero aún así sí que hay situaciones en las que tú dices, por ejemplo, cosas que a mí me costaban mucho al principio, porque una mujer no se puede meter en la bañera hasta que esté con 5 centímetros. No lo recomiendan porque así está de parto activo y no se detiene el parto. Pero a la vez que está con tres, con una dinámica brutal, con mucho dolor, métela en la bañera, es agua caliente.

Y al principio claro tú eres nueva, tienes poca experiencia, dos o tres primeros años no te atreves a transgredir el protocolo pero al final sientes tanta confianza también en los que están fuera que es como mira yo la voy a meter en la baña hasta con tres pero tiene mucho dolor y si no pues la saco y ya está, osea no pasa nada este tipo de cosas o sea era un sitio que también se prestaba a proponer recuerdo también la primera vez hace unos cuatro o cinco años.

Sabéis que hay un montón de estudios que abogan por quitar la oxitocina intraparto, una vez que el parto ha arrancado, una inducción o una estimulación, o el parto ya ha arrancado, entonces, como ir quitando progresivamente la oxitocina sintética, porque evidentemente el propio cuerpo de la mujer así tiene la oportunidad de producir su oxitocina. Y yo había leído todos estos estudios y decía, claro, esto sería maravilloso probarlo, pero no te atreves a decir, a esta inducción le voy a quitar la oxitocina. Y la primera vez que se dio la oportunidad fue una mujer que era una inducción por diabetes y quería usar la bañera.

Pero claro, con la oxitocina, en principio no podíamos meterla. Y cuando el parto estaba ya con cinco, esperé un poquito más y yo la veía con un dolor gesticulando, moviéndose, no tenía epidural. Y le dije, te voy a ir quitando la oxitocina a ver qué pasa. Se la quité media hora y el parto siguió a lo bestia. Y salí fuera y le dije a la gine, le he quitado la oxitocina hace 40 minutos, tiene una dinámica brutal, está súper de parto y quiere la bañera, la voy a meter. Y la gine me dijo, claro...

O sea, y para mí fue como, claro, vale, sabes, yo también un poco como como pidiendo permiso que luego piensas no tienes por qué pedir permiso porque tú estás llevando ese parto y tú consideras que. Pero para mí sí era importante como informar oye, es una inducción y la voy a meter en la bañera porque ya no tiene oxitocina. Entonces no sé, es como que se pueden hacer cosas cuando las matronas tienen autonomía, cuando los obstetras confían en ellas. Todos sabemos perfectamente dónde está nuestro papel. Pero es verdad que no es un ambiente fácil en la mayoría de hospitales.

Yo realmente admiro mucho a las matronas que trabajan en hospitales altamente intervencionistas, donde no tienen autonomía y las matronas cada día van a ver lo que pueden hacer, ¿hasta dónde pueden llegar? ¿Hasta dónde pueden defender la puerta? ¿Hasta dónde pueden mentir? Porque es así, está con cinco y realidad la mujer está con ocho. Yo esas matronas me alucinan que día a día van a esa batalla. Me parece muy duro de sostener.

Judith Janssen (16:59)
Me imagino que si hay un cierto ambiente en un centro, pues atrae también ciertas personas, sobre todo si es gestión privada, donde la entrada de profesionales es un poco distinta que en la pública.

Naza (17:10)
Sí.

Judith Janssen (17:11)
Es quien te

Naza (17:11)
Sí.

Judith Janssen (17:11)
toca y que llega por bolsa, que eso también es un punto en favor de crear equipos un poco más coherentes. Pero claro, tú también lo que has contado, el tema de que hay una parte de autonomía concedida, pero también una autonomía que nosotros mismas nos damos. Y ese ejemplo me parecía muy bonito porque creo que, hablando también en otras entrevistas, hablamos de la autoestima, de las matronas, y creo que hay un punto ahí,

de que si siempre te has encontrado en una jerarquía bastante marcada, pues es difícil salir de ahí, de estos

¿Tienes consejos o puedes contaros un poquito más sobre cómo gestionarías esto en sitios donde a lo mejor es un poco más difícil?

Naza (17:52)
Sí, yo creo que hay que buscar alianzas.

Primero entre el equipo de matronas, porque en hospitales muy grandes, con equipos muy grandes, que a veces ni te encuentras con tu misma compañera en todo el mes, es complicado. Y en estos sitios, al final, como que cada una va a hacer un poco su propio trabajo y si te toca la otra es completamente diferente. Es lo que dices tú, al final, en estos sitios hay mucha cohesión. Porque son sitios donde al final se quedan

las matronas que dicen es que yo necesito trabajar así con esta autonomía y me pagan mal pero como que hay ventajas y desventajas y te pesan más las ventajas. Pero en los sitios complicados es que hay que buscar alianzas con matronas afines y hacer grupos como potentes de trabajo porque es verdad que una sola matrona que esto lo cuentan a veces compañeras es que yo soy en mi paritorio la única que pienso que esto es violencia obstétrica,

la única que a la mujer no la tumbo en la cama, cuando eres tú sola en un servicio que intenta llevar protocolos actualizados más basados en evidencia y todas las demás no, pues es estás solísima y al final eso lo que dices tú, la autoestima, yo no sé cómo aguantan día tras día, bueno aguantan porque esta profesión es vocacional y te dejas la vida parto a parto, pero eso es durísimo.

Hay que buscar compañeras afines con las que hacer más fuerza porque tú sola, al final te cogen manía. Y luego yo creo que en todos los servicios, en todos, debe haber alguno, osea, hay 30 obstetras, pues seguro que hay dos o tres, porque siempre los hay y lo sabemos todas, que van en otra línea, que les gustaría hacer las cosas de forma diferente. Y yo creo que hay que...

que hay que hacer alianza con ellos a tope y empezar a plantear cosas muy básicas como oye, ¿por qué no revisamos este protocolo? o ¿por qué se van las mujeres a parir a 20 kilómetros al otro hospital? Ahora mismo la natalidad en España está por los suelos, entonces hay una guerra entre hospitales por los partos, yo no sé si en Barcelona se nota, pero en Madrid es brutal, en Madrid hay libre elección de centro y hay una guerra a veces silenciosa y a veces descarada de que las mujeres se queden a parir,

y que no se vayan a otros hospitales porque si los partos caen en determinados paritorios pues pierden personal, pierden incluso categoría de tercer nivel C, tercer nivel B, todas estas cosas. Entonces hay como una disputa de partos y yo creo que ahí las matronas tenemos una baza de decir oye, ¿queréis que las mujeres se dejen de ir a otros hospitales a parir? Pues es que hay que revisar por qué se van. No se van por las habitaciones individuales del hospital nuevo, se van por los protocolos. Las mujeres están súper informadas y cada vez

Alejandra Oliden (20:13)
y

Naza (20:20)
son las cesáreas aquí? ¿No me dejas al bebé? Pues me voy a otro sitio. Entonces yo creo que eso, empezando por protocolos muy básicos de revisión, plantear grupos de trabajo de oye, ¿por qué no revisamos esto? A lo mejor hay un no constante, no, no, no, pero igual hay un día que es un sí, vamos a revisar esto. O sea, es

pero a lo mejor entre un grupo grande o eso, haciéndote aliada de dos obstetras que están más por la labor, pues se consigue. Porque esto es importante, la revisión de protocolos, la revisión de estadísticas. Muchos hospitales parece que pedir estadísticas es un ataque y en realidad revisar tus estadísticas es la mejor forma de mejorar. Si no te revisas, no vas a cambiar nada.

Yo creo que en todos los equipos siempre hay alguien motivado, siempre hay alguien que quiere hacer las cosas mejor y es verdad que habrá algunas compañeras matronas, algunos obstetras con los que sea imposible siquiera dialogar porque además yo hablo con compañeras de todas partes y realmente a veces te cuentan cosas que son espeluznantes. Un jefe de servicio que vamos, que te prohíbe hacer pinzamiento fisiológico, es brutal y yo entiendo que hay sitios muy duros, pero tiene que haber alianzas de algún tipo y luego buscar la presión de las mujeres, de la población,

que eso es algo que yo creo que nos falta, que a veces las matronas solas desde dentro no pueden con todo, no puedes porque acabas mentalmente y emocionalmente, muchas matronas acaban yéndose o dejándolo porque llegas hasta aquí y no puedes más. Entonces yo creo que en nuestras áreas, nuestro hospital, nuestro paritorio, contactar con asociaciones de mujeres, ver si el parto es nuestro, porque necesitamos la presión desde fuera de las mujeres, sino tú sola.

De verdad que yo creo que no es posible cambiar siempre las cosas.

Judith Janssen (21:50)
No, estoy totalmente de acuerdo. y las alianzas me parece súper importante y mejor dentro del equipo y dentro

tu departamento, pero incluso después fuera, que también se ve esto mucho, que vamos conectando y también es importante para no sentirte sola y no sentir que estás haciendo algo que no deberías porque en realidad salir de la clandestinidad también es importante. Lo que tú has mencionado al principio, incluso con tu rol como divulgadora.

Eso también es importante, porque eso también hace que a lo mejor dudamos incluso lo que estamos haciendo, si está bien o correcto y sabemos que estamos respaldadas por un montón de evidencia y que

Naza (22:27)
Así que,

Judith Janssen (22:28)
más

una cosa como de vocación, debería ser incluso nuestro deber de mejorar eso.

Naza (22:32)
Sí,

pero además yo al principio tenía miedo de que supieran que yo tenía un perfil que divulgaba y que hablaba de violencia obstétrica y tal porque te sientes al final como más pequeña, como que tienes que tener cuidado con eso. O yo al principio no contaba que asistía a partos en casa y era como que no quería que lo supieran. Y cuando ya te vas dando cuenta de que no, de que lo que estás haciendo está bien, que está basado en evidencia, eso pues a los dos, tres años, o sea, yo tardé un tiempo.

Ya hablaba abiertamente del parto en casa con ellos y me daba cuenta de que era enriquecedor. Estabamos ahí en el control y los gines me preguntaban ¿y tú pariste en casa? ¿y cuando asistís? ¿y cómo hacéis esto? O ya más allá, recuerdo una vez habíamos asistido a un parto en casa de una mujer, era un tercer bebé, no llegamos al parto, llegamos a la placenta y todo bien, sangró un poco en el postparto, pero todo normal.

Y a los 7 días o así estaba yo de guardia y me manda una foto, estaba sangrando bastante, no me dejó tranquila el sangrado que tenía. Como vivía cerca de mi hospital y yo estaba de guardia, le dije, vente, que le pido a los gines que te hagan una eco, porque como la placenta salió un poco ahí también, como llegamos muy al final, y estaban dos gines de guardia y me fui a la urgencia y dije, chicos, viene una mujer que parió en casa con nosotras hace una semana y necesito que le hagáis una eco, porque está sangrando y no me quedo tranquila con las membranas, porque luego la revisamos y tal. Y me miraron.

y dijeron vale

y este tipo de cosas no esconderlo no no es nada malo no al revés pues eso viene por si acaso hay alguna membrana, no. Pues este tipo de cosas al principio no te atreves pero es lo que dices tú es que esto no es clandestino es que no estamos haciendo nada malo y hay que normalizarlo, no y

y yo creo que ellos ahí lo han normalizado, pero lo han normalizado porque han convivido con matronas que trabajan en casa y que ellos mismos ven, es que sois súper coherentes, claro, es que lleváis tal, o porque hay un desconocimiento del trabajo de la matrona de parto en casa, que parece que vamos ahí con una vela a rezar, que no pase nada, y nada más lejos de la realidad. Y para ellos, no sé, osea, para mí, yo vi también una evolución en los gines en este sentido.

Alejandra Oliden (24:09)
Sí.

Naza (24:21)
No por mí sino por todo el equipo de matronas, unas hacían no sé qué otras hacían no sé cuántos y por ejemplo con el parto en casa, muy normalizado, contaba así, estoy de guardia o es que tenemos un parto, es que tal y es que da gusto, o te sientes como vale no estoy haciendo nada malo

Alejandra Oliden (24:35)
Visibilizar, normalizar e informar y de esa manera dar todos los derechos, cubrir todos los derechos.

Naza (24:42)
Sí,

sí. Y ellos mismos como que se dan cuenta de que pues sí, pues las mujeres toman sus decisiones y...

siempre fueron respetuosos pero yo con los años los veía sobre todo algunos que era otro nivel era otra cosa por ejemplo algo que para mí era precioso de ver es que a veces les avisabas en un registro ya al límite o en unos tiempos muy límites para hacer una ventosa o un forceps y hacían alumbramientos lotus sacaban al bebé todo bien dejaban la prevención de la madre y no pinzaban la placenta. Sacaban la placenta sin pinzar y para ellos era extraordinario. Ellos se sentían como hemos hecho un alumbramiento lotus después de una

ventosa, y para mí era precioso de ver o un gine me dijo pero y las vueltas de cordón entonces no las buscas no las reduces y yo no, cuando nace el bebé se las quitas y empezaron también a hacer eso porque les han enseñado a buscar a quitar a tal y ellos mismos decían lo voy a hacer lo voy a hacer lo voy a hacer y es tan bonito, ver que aprendemos los unos de los otros y que efectivamente se dan cuenta de que de parto normal puedes aprender mucho de las matronas

que era muy reconfortante, es muy reconfortante trabajar así.

Alejandra Oliden (25:43)
A nivel sistema sanitario, qué maneras las matronas podemos liderar cambios.

Naza (25:49)
Del sistema sanitario, creo que lo primero es ocupar los puestos de supervisión. Hay muchos hospitales donde la supervisora de paritorio no es matrona, son enfermeras. Y al final, quien conoce las necesidades de un paritorio y de las mujeres es que tiene que ser una matrona.

Y todavía tenemos, nos da mucho miedo, yo creo, los puestos de gestión. A ver, no todas, hay matronas supervisoras por todo el país increíbles, alucinantes, pero muchos sitios no. Y esto falla. Y yo creo que hay que ocupar esos puestos y luego, como matronas, apoyar mucho a esa compañera que ha dado el paso adelante a ser supervisora, que no es nada fácil tampoco, porque estás ahí entre la dirección y tu equipo y el paritorio y con los obstetras y con los pediatras y con los anestesistas. Tienes que...

que lidiar con mucho ahí. Entonces yo creo que eso también es clave, tener una supervisión que lidere como matrona. Eso también puede hacer mucho, mucho cambio en los paritorios. Y luego eso, que tenemos que proponer también y hacer cosas. Por ejemplo, la revisión de protocolos, osea, no tiene por qué ser un gine que diga, voy a revisar el protocolo de bolsa rota. Las matronas pueden decir, oye, vamos a revisar este protocolo o no tenemos un protocolo

al parto de baja intervención. Pues vamos a hacerlo nosotros. Hay que tener iniciativa también. No solo ir a lo mejor a hacer tu jornada, sino proponer cosas. Yo creo también, eso es algo que motiva mucho, el proponer. Oye, ¿por qué no intentamos hacer un programa? Son pequeñas cosas, pero las matrónas dan mucha motivación. Y eso a veces también lleva a que el resto del equipo se quiera...

o formar o unir a una iniciativa. Vamos a revisar el protocolo de acompañamiento al duelo o vamos a revisar el protocolo de versión cefálica externa, que antes de una versión cefálica externa, una consulta de matrona, esto se ha conseguido en muchos sitios. El abrir una consulta previa en el que la matrona mira cómo está el bebé relajante, agidos, hacen rebozo, hacen posturas y hay más éxito en la versión. Entonces yo creo que tenemos que tener iniciativas, buscar la motivación, porque sin motivación al final es muy duro trabajar.

Judith Janssen (27:16)
mmm

Naza (27:40)
Cuando pierdes la motivación

cuando pierdes un poco la emoción de por qué querías ser matrona, por qué eres matrona y es normal porque hay mucho burnout también. Pero eso es como buscar nuevas alianzas con otras compañeras, con otros profesionales o que te encuentras al pediatra que le ves que es diferente, pues vamos a hacer un protocolo con él del piel con piel en la cesárea, yo qué sé. Pero buscar motivación y proponer. Hay que proponer cosas en esos sitios donde se separa al bebé.

Pues lo propones tú y mira es que lo hacen aquí, aquí, aquí, incluso ir a visitar otros centros. Osea, si una matrona te dice oye, ¿podría ir a tu hospital a ver cómo es la cesárea humanizada? Porque aquí dicen que es imposible, que es como súper complicado, que hace falta un quirófano especial, ¿no? Pues yo creo que sería precioso el abrirnos las puertas entre centros. Oye, que venga tu jefe de servicio y vente con él para que vea la bañera, la cesárea humanizada. Yo creo que tendríamos que hacer puertas abiertas.

Alejandra Oliden (28:18)
sí.

Naza (28:31)
sobre todo estos sitios que trabajan bien.

Alejandra Oliden (28:34)
Me parece muy buena iniciativa.

Judith Janssen (28:36)
Bueno, me parece todo muy interesante lo que estás comentando y sí, muy importante encontrar la motivación, muy importante también eso, sentir que estás en el cambio para que no nos deprimimos.

Naza (28:48)
Sí, sí.

Judith Janssen (28:49)
Y cómo te gustaría, bueno, si podrías soñar, cómo te gustaría que fuera el futuro del parto en España.

Naza (28:55)
Pues a mí me gustaría que se abrieran casas de partos como algo normal. Osea, nos falta ese eslabón. Ayer quedamos varias amigas matronas porque había aquí en Madrid una ponencia de debate del parto en el cine, que nos pareció una cosa muy interesante. Se reunieron mujeres cineastas para hablar de cómo se representa el parto en las películas y en las series. Y es que faltan casas de partos para que las mujeres tengan una elección, que es un punto intermedio entre tu casa y el hospital.

Es increíble que en Barcelona hay dos, en Madrid no hay ninguna y no hay ningún proyecto a corto plazo ni a largo plazo, que ningún centro quiera abrir esto. A mí eso me parece que estamos a la cola de Europa. A mí me daría vergüenza como gestor sanitario, decir oye, porque en España no hay casas de partos y cuando en Europa es algo muy normal. Y luego me gustaría, no sé, debería haber un plan nacional de decir, oye, hay una evidencia científica en torno a la asistencia al parto.

Hay una guía de práctica clínica que tiene ya 15 años y no está implementada ni en la mitad de los hospitales, es que debería ver cómo retomar eso y ver en qué punto estamos y casi, sí, forzar a los centros a... Es que estas son las guías de práctica clínica, igual que en otras especialidades tú haces lo que está más a la vanguardia, en el parto esto es necesario porque...

es que a veces simplemente cambiando los protocolos va a mejorar la asistencia. Luego habrá mucho que seguir cambiando ahí en la forma de ser de las personas, en la jerarquía, en la visión del parto, en la relación de superioridad que tienen con las mujeres embarazadas o entre profesiones. Osea que eso no va a cambiar las cosas, pero el simple hecho de cambiar cuatro cosas, el parto se valora cada cuatro horas, no cada dos, no se induce por esto, por esto y por esto, la cesárea es humanizada, el expulsivo a la mujer se puede poner...

poner walking epidurales en todos lados, que la walking epidural sigue siendo como algo extraño, que solo tienen poquitos centros, cuando en Europa es la analgesia normal, eso va a cambiar, que las mujeres se puedan mover, levantar, tener expulsivos más autónomos y muchos centros siguen diciendo que... Porque España es un país con una alta tasa de epidurales, es sociocultural y lo importante es que las mujeres tengan opciones, pero tener la posibilidad de algo con una walking también puede cambiar mucho el...

el manejo y la evolución de los partos. Es algo que a mí me parece increíble, que muchos centros sigan diciendo que eso es una tontería, que no sirve para nada, que es peligroso, que se caen cuando está instaurado en muchos sitios con además unos resultados

Judith Janssen (31:07)
mmm

Naza (31:10)
Debería haber un plan nacional de no puede ser que si pares en Extremadura no tienes el mismo derecho que una mujer que pare en Madrid. Que hay mujeres con más derechos, en función de su código postal,

esto no puede ser en un mismo territorio. Se nos debería caer la cara de vergüenza de que los derechos de las mujeres dependen de la ciudad en la que viven en torno al embarazo y el parto. Es muy grave. O que una mujer que pare aquí a su bebé se lo van a quitar en la cesárea y la que pare en la provincia de al lado bebé inmediato, piel con piel, pinzamiento tardío, pareja presente... Esto me parece muy grave.

Judith Janssen (31:27)
Sí.

Alejandra Oliden (31:27)
es grave.

Judith Janssen (31:40)
totalmente sí. Es una injusticia reproductiva muy, muy, muy grave, es lo que dices.

Naza (31:42)
Sí, sí, es desigualdad, desigualdad

y turismo obstétrico, pero no todas las mujeres se pueden alquilar un piso en Madrid, en Barcelona para irse a parir ahí, porque además, cuando te vas, en la semana 37, la 38, la 39, ¿hasta qué semana? Es muy grave, o no lo entiendo.

Estamos hablando de oportunidades.

Judith Janssen (32:01)
Sí, sí, totalmente. Yo sé que ahora mismo

varios comités técnicos dentro del Observatorio de Salud de las Mujeres y están empujando para que esos cambios se den y que sea un empuje a las comunidades autónomas para realmente empezar a implementar esas cosas que son...

Naza (32:08)
que es algo...

Judith Janssen (32:18)
muy necesarios. Hasta la OMS está incitando a que haya más atención liderada por matronas, que hay evidencia de sobra que que esta trae muchos beneficios, bueno, vamos a seguir luchando. Y tú a nivel personal, ¿tienes algún proyecto en mente o no sé cómo ves tú el futuro próximo?

Naza (32:39)
Pues, nosotros somos un equipo de matrónos así, compañeras que hemos estado juntas en el hospital, de parto en casa, de varios ámbitos, que estamos empeñadas en lo de la casa de partos.

Como a nivel público no vemos que se mueva nada, ni desde las asociaciones, ni desde

hay nadie diciendo, oye mira en Barcelona ya hay dos, Madrid nos falta una. Pues estamos ahí a vueltas y vueltas, ayer volvió salir el tema, el que tiene que ser posible. ¿Y qué nos echa para atrás? Pues primero la parte legal, porque nos gustaría que fuese algo completamente legal con sus permisos sanitarios, ¿no? Al final es un parto bajo riesgo asistido por matronas y eso...

nos avala el BOE y nuestras competencias. Luego está la parte de financiación, que a mí casi es la que menos me preocupa porque al final entre préstamos, entre varios o buscando inversores sería posible. Pero sí que queremos como dejar de soñar con ello, que siempre es una idea, una casa de partos, una casa de partos, sino llevarlo a tierra y decir a ver qué necesitamos. Y estamos pensando pues eso, contactar con una abogada sanitaria a ver qué nos oriente un poquito con esto. Luego con algún gestor,

luego el marido de una de nuestras compañeras matronas es un tío muy emprendedor que también ayer hablábamos mucho de cómo nos cuesta emprender a las matronas o a las mujeres no sé quizás más a las matronas que a las mujeres hay muchas mujeres emprendedoras pero eso sería como nuestro proyecto que nos gustaría que se hiciera real o sea que no sea algo imposible de hacer porque es donde queremos trabajar. El parto en casa nos gusta mucho pero es realmente pues

entregar tu vida, es complicado, pero la casa de partos es lo que tenemos ahí como un objetivo, que nos gustaría de alguna manera que fuese real, que dejase de ser un sueño.

Judith Janssen (34:09)
Qué bien, muy chulo. Bueno, si quieres luego hablamos como soy parte de MUNet y queremos también estimular esas iniciativas, pues sería una buena colaboración.

Naza (34:11)
Sí, sí, sí.

Pues sí.

Nos gustaría mucho. Ayer además coincidimos también con Andrea Ros de Madremente, que es muy activista, y decía ella, yo os ayudo también, yo os busco inversores. Como que hay mucha gente al final. Te das cuenta que si las mujeres se juntan se pueden hacer muchas cosas. Y no verte tú sola como matrona, sino que a lo mejor llevar el proyecto a más gente y decir, oye, pues sí que esto se puede... O lo que dice esto ahora de MUNet, verla la manera. Porque sí que...

Para mí es como el objetivo, el final a nivel de profesión.

Judith Janssen (34:48)
Qué bien,

te deseo mucho ánimo. Siguimos en

Naza (34:51)
Sí.

Judith Janssen (34:52)
Gracias por tu gran labor de divulgación activista, y gracias por acompañarnos hoy en Aguas Claras también. Y bueno, a los oyentes, gracias por escuchar. No te olvides de apuntarte a la newsletter para recibir nuevos episodios y muchas más cosas en tu inbox.

Naza (34:52)
sí.

Muchas gracias chicas, un placer.

Alejandra Oliden (35:09)
Gracias, Naza

Recibe nuestro newsletter